La Audiencia Nacional juzga desde este miércoles a 14 presuntos integrantes de una trama de amaño de partidos de tenis

Archivo - Entrada a la Audiencia Nacional en el momento en el que dos miembros del ente público ICM han sido testigos sobre la supuesta financiación ilegal del PP madrileño en Púnica, a 7 de octubre de 2021, en Madrid, (España). La Fiscalía Anticorrup
Archivo - Entrada a la Audiencia Nacional en el momento en el que dos miembros del ente público ICM han sido testigos sobre la supuesta financiación ilegal del PP madrileño en Púnica, a 7 de octubre de 2021, en Madrid, (España). La Fiscalía Anticorrup - Alejandro Martínez Vélez - Europa Press - Archivo
Publicado: martes, 3 mayo 2022 11:14

Fiscalía pide 8 años de cárcel para cada acusado por delitos de corrupción en el deporte, estafa o pertenencia a grupo criminal

MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Nacional juzga desde este miércoles a 14 personas que presuntamente integrarían una trama dedicada al amaño de partidos de tenis y entre los que se encuentran jugadores como Marc Fornell o Marcos Torralbo, señalados por haberse enriquecido después de realizar apuestas ilegales en casas de juego.

En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal propone condenas de 8 años de cárcel para cada uno de los presuntos integrantes de esa banda por delitos de pertenencia a grupo criminal destinado a la comisión de hechos graves, corrupción en el deporte y estafa continuada.

La investigación, explica la Fiscalía, reveló la existencia de dos grupos que se dedicaban con habitualidad a lucrarse de forma ilícita con apuestas realizadas en casas de apuestas deportivas, asociadas a partidos de tenis y otros eventos deportivos que eran disputados por alguno de ellos, así como por otros tenistas que, a cambio del pago de una cantidad de dinero, manipulaban los resultados parciales y finales de los partidos.

Estos tenistas, a cambio de un precio, alteraban el curso normal del juego, dejándose perder partidos, sets, juegos o puntos, conforme a lo acordado previamente para asegurar el resultado de las apuestas sobre seguro realizadas por el resto de acusados, que se beneficiaban de los premios obtenidos.

Las apuestas se verificaban, explica el Ministerio Público, mediante la utilización de multitud de identidades de terceras personas para poder llevar a cabo sus acciones, lo que les permitía, por un lado, diversificar sus apuestas y por tanto sus ganancias en los partidos previamente amañados; y, por otro, aportarles un alto grado de anonimato, dado que con la utilización de éstas sus identidades no podían asociarse directamente a los eventos corrompidos.

UN MERCADEO CONTINUO ENTRE ACUSADOS

"Esta política de utilización masiva de cuentas para el desarrollo de sus conductas delictivas se ha llevado a cabo de manera habitual por la práctica totalidad de los acusados, siendo habituales las alusiones realizadas a tal respecto en las llamadas telefónicas observándose que se produce un mercadeo continuo de cuentas entre ellos", explica el escrito.

Para llevar a cabo este modus operandi se necesitaba de la colaboración de dos grupos criminales que colaboraban entre sí. El primero actuaba siguiendo instrucciones dictadas por Marc Fornell, quien, a su vez, para la ejecución de sus conductas vinculadas a la corrupción en el deporte, interactuaba con otros grupos y personas.

El segundo grupo, por su parte, estaba compuesto por ciudadanos armenios. Así, y liderados por Armen Melkumyan y Artur Ajaryan, sus integrantes se desplazaban de manera habitual a los distintos clubes de tenis donde se celebraban los eventos de tenis, llevando a cabo distintas conductas relacionadas con la corrupción.

En una primera fase, y con la cooperación de sus gestores de cuenta, Fornell realizaba apuestas en eventos en los que él jugaba alterando fraudulentamente el resultado final o resultados parciales o en los que jugaban tenistas en los que pudiera influir para corromper el encuentro, pagándoles una compensación económica.

LA APARICIÓN DEL GRUPO ARMENIO

Según el relato de la Fiscalía esos gestores, entre los que se encontraba Albert Creixell, emplearían como usuarios entre otros a personas de su entorno familiar o de amistades, como se comprobó de las informaciones aportadas por las casas de apuestas dimanantes de las alertas emitidas en diferentes eventos en los que Fornell participaba activamente.

Más adelante Fornell se percató de que sus actuaciones estaban siendo vigiladas por la Unidad de Integridad del Tenis -encargada de investigar los amaños en este deporte--, lo que le llevó a cambiar de estrategia evitando amañar los encuentros en los que participaba y tratando de no dejar rastro en cuentas de apuestas de usuarios con los que se le pudieran vincular.

Fue en ese momento cuando el supuesto cabecilla inició la relación con los ciudadanos armenios, pasando a simultanear su rol de liderazgo con la de intermediario del grupo armenio y con otros tenistas, a los que habría incitado a alterar el resultado de manera voluntaria a cambio de una supuesta contraprestación económica.

En esta segunda fase sus gestores de cuentas, a los que se unió Miquel Calonge, usaban cuentas en casas de apuestas cuyos usuarios eran personas desconocidas y desvinculadas a su círculo. De esta forma dificultaba la posibilidad encontrar coincidencias mediante una gran diversidad de identidades utilizadas.

Así, y con el argumento de la necesidad de poder apostar sin limitaciones debido a las políticas de cancelación de cuentas de los operadores de apuestas, aparecieron intermediarios que ponían en contacto a titulares de cuentas de juego verificadas que querían ganar un poco de con apostadores que buscaban apostar sin limitaciones para intentar rentabilizar su actividad apostando.

EL BLANQUEO DE DINERO

Según la Fiscalía, uno de los medios utilizados sistemáticamente por la organización para almacenar dinero, operativizar las transacciones entre los mismos, blanquear los beneficios obtenidos y, en definitiva, poder desarrollar sus conductas vinculadas a la corrupción en el deporte, fueron cuentas de la sociedad PAYSAFE.

El uso de estas cuentas, les permitió minimizar su participación en las acciones mencionadas, haciendo figurar a los titulares de la identidad como los verdaderos responsables de las mismas. Además, podían seguir ejecutando sus conductas vulnerando por completo cuantos mecanismos de seguridad fueran impuestos por las casas de apuestas.

La utilización de cuentas generadas con ese patrón habitual y el amplio número de las mismas indica el grado de preparación de las conductas, la especialización de sus miembros y las amplias medidas de seguridad tomadas por estos para poder seguirlas ejecutando y no ser descubiertas.

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