La Audiencia Provincial de Almería juzga hoy a tres guardias civiles acusados de colaborar con narcotraficantes

Actualizado: miércoles, 2 abril 2008 9:38

El fiscal reclama un total de 93 años de prisión para 19 miembros de la trama

ALMERÍA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Almería acoge hoy la primera sesión de la vista oral prevista dentro del juicio contra tres guardias civiles del cuartel de Roquetas de Mar (Almería), identificados como M.P.L., C.A.P.J. y M.G.M., para los que el Ministerio Fiscal pide un total de 17 años y medio de cárcel por su presunta colaboración con una red de tráfico de estupefacientes que trató de desembarcar al menos diez toneladas de hachís en la costa almeriense.

Según recoge el escrito de calificación inicial, al que tuvo acceso Europa Press, el fiscal imputa al sargento M.P.L. y a los guardias civiles C.A.P.J. y M.G.M., en situación de baja en el momento de los hechos, un delito contra la salud pública, un delito de omisión del deber de perseguir delitos y un delito de violación de secretos a cada uno por su supuesta cooperación para que la banda de narcotraficantes pudiera introducir el hachís sin ser sorprendida por las fuerzas de seguridad.

Durante el juicio se sentarán en el banquillo un total de 19 acusados, incluidos los tres funcionarios, que se enfrentan a un total de 93 años de cárcel como presuntos autores de delitos contra la salud pública y tenencia ilícita de armas.

Los hechos juzgados se remontan al periodo comprendido entre febrero y octubre de 2001 cuando los hermanos A.S.S., residente en Marbella (Málaga), y M.S.S., vecino de Motril (Granada), cabecillas de la red, organizaron, de común acuerdo con otras personas, la introducción de importantes cantidades de hachís desde la costa norte de Marruecos con embarcaciones tipo 'zodiac' a diferentes lugares de la geografía peninsular para su posterior distribución y comercialización en España o en la Unión Europea (UE).

Para sus ilícitas actividades, contactaron en Marruecos con el imputado H.M.M., que participaba en el suministro de la droga y organizaba el embarque en la costa marroquí, normalmente en la zona conocida como la Mar Chica.

En Almería, los cabecillas contactaron con los procesados J.M.F., J.M.S. F.J.M.J. y J.F.C.L., todos vecinos del Poniente, que participaban, en un nivel menor, en la organización del transporte de hachís tanto por vía marítima como por tierra una vez desembarcado, se proveían de personas para la descarga de la sustancia estupefaciente y se ocupaban de su almacenaje y posterior traslado a los puntos de destino.

En la trama, según el fiscal, tomaron también parte P.J.B.R. y J.B.P., afincados en Galicia y cuya labor consistía en contribuir a la organización de los transportes de hachís y pilotar en ocasiones las embarcaciones que se empleaban.

OPERACIONES.

Para lograr sus fines, los acusados mantuvieron varias reuniones en distintos puntos del sureste, como Melilla, y planificaron varias operaciones, en las que lograron al menos dos veces la introducción de hachís sin ser interceptados.

El primer 'pase' de hachís del que se tiene constancia se remonta al 27 de junio de 2001 cuando P.J.B.R. y J.B.P. se vieron obligados a tirar al mar la sustancia estupefaciente en las proximidades de Motril (Granada) por avería en la 'zodiac' que pilotaban, tras lo que fueron rescatados por Salvamento Marítimo.

Posteriormente, la noche del 27 al 28 de agosto, la banda intentó desembarcar unas cinco toneladas de hachís en la costa de Roquetas de Mar, una operación que fue abortada por la presunta advertencia de los tres guardias civiles imputados de la presencia de miembros del Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (GIFA) de la Guardia Civil.

La red logró sin embargo alijar no determinada de droga en la madrugada del día 26 de septiembre en la costa entre Roquetas de Mar y la urbanización de Aguadulce, donde el GIFA intervino siete sacos que contenían 211.541,7 kilos de hachís, que habrían superado los 53 millones de las antiguas pesetas en el mercado.

Al ser sorprendidos por los agentes, los porteadores, los también acusados C.C.C. y J.A.D.V., de origen gallego, huyeron con parte de la mercancía y tiraron al mar unos cien fardos, que, junto a los anteriores, elevan a una cuatro toneladas la cantidad de hachís que pretendían desembarcar esa noche. En las labores de descarga intervinieron también los imputados M.C.E., F.A.R., S.S.M. y L.H.T., residentes en Andújar (Jaén).

Por último, el día 6 de octubre de 2001 agentes del GIFA interceptaron en el kilómetro 21 de la N-340, en dirección Murcia, un camión con matrícula holandesa, conducido por el acusado H.F.E., que transportaba 31 sacos en la parte delantera del vehículo y una bolsa en el interior de la cabina que arrojaron un peso de 964,816 kilos y diez kilos de hachís respectivamente, con un valor conjunto aproximado de 273.414.000 de las antiguas pesetas.