BILBAO, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, denunció hoy el intento de "una parte de la Justicia absolutamente politizada" de presentar al lehendakari, Juan José Ibarretxe, como "una especie de delincuente" y reiteró que, "sin duda", esta actitud no "saldrá gratis". Asimismo, insistió en que "algunos jueces" deben "acostumbrarse a juzgar" porque, "para gobernar, ya estamos otros".
Asimismo, denunció la agresión que sufrió ayer el miembro del Foro Ermua Antonio Aguirre y, tras criticar la actitud "provocadora" de este colectivo, apostó por "no presentarles como víctimas del problema", ya que éste radica en "el divorcio" entre la sociedad y la Justicia.
En una entrevista concendida a ETB, recogida por Europa Press, el consejero vasco se refirió, de esta manera, a la comparecencia ayer del lehendakari ante el Tribunal de Justicia del País Vasco (TSJPV) por reunirse con representantes de Batasuna. Azkarraga denunció "un intento claro de una parte de la Justicia, con claros impulsos políticos, de intentar de presentar al lehendakari como una especie de delincuente, alguien que tiene que sentarse en el banquillo de los acusados".
"Y no van a parar hasta conseguirlo", consideró Azkarraga, que en referencia a las palabras del lehendakari en las que aludía a "teatros sin pies ni cabezas", que "lo que está pasando es mucho más que una obra de teatro" en la que, "al final, puedes terminar riéndote".
A su entender, "en este caso, es enormemente clave", ya que "lo que se está produciendo es un clarísimo divorcio entre la sociedad en general y una parte de la Justicia, absolutamente politizada que no va a parar hasta conseguir la foto, que no es otra que tener al lehendakari sentado en el banquillo de los acusados como si fuera un delincuente".
El consejero vasco aseguró que esta situación se seguirá denunciando y que, como indicó la portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, "sin duda, no va a salir gratis". De esta manera, matizó que "una cosa es el acatamiento a las sentencias y otra muy diferente la denuncia de lo que se está haciendo por una parte de esta Justicia" que está ocasionando "un grave perjuicio a la credibilidad de las instituciones".
"INDEFENSIÓN"
En cuanto a una posible recusación del presidente del TSJPV, Fernando Ruiz Piñeiro, indicó que son los abogados de la defensa del lehendakari los que tienen que estudiar si se lleva a cabo o no y, posteriormente, trasladar al Gobierno su decisión.
En cualquier caso, cuestionó "qué se puede esperar" de un presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que "es capaz de insultar a todo un gobierno, llamándonos mentirosos, que escribe artículos y habla de este proceso cuando es parte activa del mismo".
Azkarraga señaló que el Gobierno y, especialmente el lehendakari, están "en una absoluta indefensión" y que, por tanto, es preciso "seguir denunciando este tipo de situaciones con mucha mesura, con mucha tranquilidad, sin mucho aspaviento, pero dejando absolutamente claro que la Justicia no va a ningún lado intentando controlar las agendas políticas de los gobiernos o de los dirigentes de los partidos políticos".
En esta línea, insistió en que el lehendakari y los representantes políticos deben dar cuenta de "sus actos políticos" ante el Parlamento o ante la propia sociedad, pero "no tiene sentido que se dé cuenta de la actividad política ante los tribunales". "Me parece bárbaro", señaló el consejero vasco, para el que "algunos de los jueces se tienen que acostumbrar a juzgar" porque, para gobernar, "ya estamos otros". "Los jueces no pueden gobernar", subrayó.
AGRESION A AGUIRRE
Azkarraga denunció la agresión que sufrió el miembro del Foro Ermua Antonio Aguirre, criticando que "alguien agreda a otra persona por pensar de forma diferente". No obstante, señaló que miembros de este colectivo "se pasaron las dos horas previas a la comparecencia del lehendakari insultando, descalificando, provocando porque ésa es la forma de actuación del Foro Ermua", lo que "está fuera de lugar", aunque, según destacó, "no justifica que nadie tenga que agredir a otra persona por provocadora".
En este sentido, apostó por "dejarles y no presentarles como víctimas de todo este problema", ya que "el problema ayer no era la patada que le dieron" al miembro del Foro Ermua, sino uno de "mayor profundidad" como es "el divorcio" entre la sociedad y la Justicia.