PAMPLONA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Joseba Azkarraga, consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno vasco, avanzó que será "difícilmente entendible" que Rodríguez Zapatero rechace el día 16 dialogar con un Gobierno elegido "democráticamente" como el vasco porque el PSOE no tuvo "ningún recato" en sentarse a negociar con ETA la misma semana de las elecciones forales y municipales para retrasar la publicación del comunicado de fin del alto el fuego.
En un desayuno ofrecido a la prensa antes de acudir al inicio de las fiestas de Villava, Azkarraga reconoció que inicialmente existía un compromiso con el Gobierno para celebrar la consulta en ausencia de violencia, pero señaló que ahora el Ejecutivo vasco entiende que su actuación no puede estar sujeta a lo que haga la banda.
Al respecto, indicó que el Gobierno se reunió dos veces con ETA entre los días 14 y 18 de mayo para retrasar la emisión del comunicado. "Si para el Gobierno de España ETA no tiene que marcar la agenda política, tampoco la sociedad vasca tiene que estar sujeta a la actuación o no de ETA", insistió.
Azkarraga defendió además que la propuesta para que los vascos puedan establecer el tipo de relaciones que quieren mantener con España es "profundamente democrática" porque nada es "más democrático" que dar la palabra a la sociedad vasca.
Así, rechazó respuestas como la comparación de la iniciativa con un golpe de estado o lo dicho por Zapatero, quien indicó que Ibarretxe se había confundido de país, siglo y continente. Al respecto, indicó que en Quebec, Escocia o Irlanda han surgido iniciativas similares y nadie ha amenazado con suspender la autonomía porque se realice una consulta que sería "legal", como propuso Guerra - "no se ha enterado, es tonto", dijo-, o enviar a la Policía, como amenazó el ex ministro Bono.
Así, le pidió a Zapatero que "mire a su entorno", en donde las soluciones vienen de las "conversaciones". "Es el momento de la política", dijo durante su intervención.
Azkarraga también rechazó que la iniciativa constituya un intento de frustrar la reelección de Zapatero. "No me preocupa, porque entre el original y la copia, el PP, no me quedo con ninguno con los dos", manifestó.
HOJA DE RUTA
Azkarraga destacó que, sea cual sea la postura del Gobierno central, el día 25 de octubre de 2008 se celebrará una consulta que recogerá dos cuestiones.
Por un lado, una declaración ética contra la violencia y a favor de los derechos humanos y de un final dialogado de la violencia, sobre la base de lo que dijo Zapatero cuando solicitó autorización en el Congreso para iniciar las conversaciones con ETA. Por otro, el Gobierno vasco quiere que la sociedad vasca solicite formalmente a los partidos la apertura de proceso de negociación para diseñar un nuevo marco jurídico y político.
Según explicó, si en junio de 2008 se ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de España y después el Parlamento vasco avala el pacto, la consulta del 25 de octubre será vinculante. En caso contrario, se convocarán elecciones anticipadas y, en caso de que el Parlamento autorice proseguir con la propuesta, el resultado tendrá un componente político, no vinculante. "El Gobierno vasco no puede convocar un referéndum pero sí una consulta y la fecha ya está fijada", agregó.
DETENCIONES
Por otro lado, para Azkarraga la detención de la dirección de Batasuna muestra un "interés" por "impedir la normalización política" en la sociedad vasca.
También criticó al Gobierno por actuar como lo hizo Mayor Oreja, deteniendo a los interlocutores, "algo que no se ha hecho en otros países". "La carrera del PSOE y del PP a ver quién es más duro no nos lleva a nada", comentó el consejero de Justicia, quien afirmó que ha llegado "el momento de la política", porque se ha demostrado que la vía judicial y policial no sirve para poner fin a los conflictos, según comentó.
Además, Azkarraga cuestionó que Garzón siga adelante con un proceso que inició antes de la aprobación de la Ley de Partidos -"la justicia tiene que ser ágil", apuntó-, y sobre la base de que todo es ETA. "No está demostrado", dijo. También criticó la "intromisión" del poder judicial.
