Aznar avisa de que, tras el 1-O, "orillar la ley en favor de un nebuloso diálogo" es el "peor error" que puede cometerse

José María Aznar en una conferencia del Instituto Atlántico de Gobierno
EDUARDO PARRA/EUROPA PRESS - Archivo
Actualizado: sábado, 29 septiembre 2018 13:44

Ve una "falsedad" decir que la radicalización del nacionalismo se debe a la "intransigencia o falta de diálogo" con los Gobiernos

MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

El expresidente del Gobierno José María Aznar considera que el nacionalismo catalán ha vuelto a caer en su "tentación insurreccional" en contra de un sistema "plenamente democrático" y "legítimo" con el que Cataluña ha conseguido "el mayor acopio de autogobierno". Por eso, avisa de que, después de la "gravedad" de lo ocurrido y de episodios como el referéndum ilegal del 1 de octubre, "orillar la ley en favor de un nebuloso diálogo es el peor error que puede cometerse".

Así lo asegura en su nuevo libro 'El futuro es hoy. España en el cambio de época' (Ediciones Península), en el que el actual presidente de la fundación FAES reflexiona sobre la situación en Cataluña y alude a la actuación del Ejecutivo socialista con los independentistas, con quien, a su juicio, no se puede entablar ningún diálogo al margen de la legalidad.

"Dar prioridad a la interlocución con un Gobierno sectario que ha puesto las instituciones autonómicas --y lo sigue haciendo-- al servicio de objetivos de división y exclusión, frente a esa mitad larga de catalanes que reclaman su derecho a la plena ciudadanía, a la Constitución y a la garantía de sus libertades, significaría un abandono irresponsable e injusto", proclama.

LOS DOS PROBLEMAS "ESENCIALES" DE CATALUÑA

Aznar cree que Cataluña sufre "dos problemas esenciales": el primero, el de la "fractura interna" y el segundo, una "una crisis creciente de legalidad", "no solo porque la ley se quiera tomar a beneficio de inventario por los dirigentes políticos sino porque además se pone en cuestión la idea misma de que la ley es la piedra angular de una verdadera convivencia en términos cívicos".

Así, el exjefe del Ejecutivo subraya que el "nacionalismo, aliado con uno de los mensajes básicos del populismo, ha insistido en contraponer una supuesta voluntad popular de la que se reclama intérprete y depositario con el imperio de legalidad sin el cuál el Estado de derecho, sencillamente, no existe".

Según añade, en ese clima de "verdadera anomia" se puede tratar el avance del proceso independentista "hasta la disparatada pero real decisión" de formalizar la ruptura con la Constitución en dos leyes del Parlamento de Cataluña, aprobadas en aquellas "sesiones ignominiosas" del 6 y 7 de septiembre de 2017, y la celebración de "una mascarada en forma aparente de referéndum" el 1 de octubre.

DEFIENDE EL RECURSO DEL PP CONTRA EL ESTATUT

Aznar defiende el recurso que presentó el PP contra la reforma del Estatuto catalán que "impulsó" el Partido Socialista, un "pacto condicionado desde el principio por las decisiones unilaterales" y que daba por "caducada" la Transición. Alega que ese recurso que presentó ante el Tribunal Constitucional Mariano Rajoy fue "un acto de responsabilidad, de lealtad y de compromiso constitucional" como, a su juicio, lo ha demostrado una "sentencia que afectaba a más de 40 artículos".

El expresidente del Gobierno considera que afirmar que la "radicalización de los nacionalismos" en España es consecuencia de la intransigencia o la falta de diálogo por parte de los sucesivos Gobiernos y de los partidos de ámbito nacional es "lisa y llanamente una falsedad".

"Ha habido momentos o periodos de diálogo más fluido o de mejor entendimiento, de diálogo más o menos fructífero. Pero es una manipulación palmaria de la trayectoria democrática de nuestro país presentar a los nacionalismos vasco y catalán como fuerzas políticas desplazadas de la política institucional, desoídas o ignoradas. Simplemente, eso no es verdad", asegura.

En opinión de Aznar, si algo no puede decirse que haya faltado en las décadas de trayectoria democrática de España, es el diálogo con Cataluña, que ha estado "siempre presente en la política española". "Hablar de déficit de integración del nacionalismo catalán, a la vista de su papel dentro y fuera de Cataluña, es una falacia", insiste, para lamentar que ese nacionalismo catalán haya vuelto a "caer en su tentación insurreccional".

REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

Ante el debate abierto sobre la reforma de la Constitución, Aznar señala que esa reforma constitucional se ha convertido en un "mantra" al que se ha asociado la "promesa infundada" de que esa operación pondría "fin a la mayoría de los males que se atribuyen a la política". En su opinión, con eso se ha conseguido extender la idea de que el problema de España es la Carta Magna.

Ante el planteamiento de que en la Constitución hay un "déficit de reconocimiento de la diversidad" que sería "más evidente" en el caso de Cataluña, indica que esa idea "no solo es injusta con el esfuerzo de encuentro realizado" en la Ley fundamental y el proceso estatutario posterior, sino que también es un planteamiento que "solo puede jugar al victimismo nacionalista" porque eso "le proporciona un argumento fácil para legitimarse y nunca exige compromisos firmes hacia el marco constitucional común".

Según Aznar, "no le interesa al nacionalismo solucionar problemas" que puedan existir en aquello que debe ser objeto de negociación en un Estado "profundamente descentralizado como España" sino que lo que busca el nacionalismo es "perpetuar" lo que se llama el "relato de victimización y singularidad de raíz 'etnicista' para legitimar un mayor acopio de poder y una hegemonía más indiscutida sobre la sociedad que busca controlar".

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