Balística ve "previsible" que las pistolas del Comando 'Vizcaya' fueran utilizadas en atentados

   SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, 31 Jul. (EUROPA PRESS)

   El coronel de la Guardia Civil y jefe de Criminalística, José Antonio García Sánchez Molero, confirmó hoy que su departamento no ha recibido todavía las pistolas intervenidas durante la desarticulación del 'Comando Vizcaya', y agregó que analizarán las armas con la misma rapidez que si provinieran de un "chorizo" cualquiera y que el estudio se prolongará únicamente durante una o dos jornadas. Asimismo, afirmó que, de momento, tampoco han examinado el material incautado en los zulos encontrados la semana pasada en La Rioja.

   Asimismo, Sánchez Molero afirmó que es "previsible" que las armas hayan sido utilizadas en otros atentados perpetrados por la banda terrorista ETA. Agregó que el material hallado en los zulos de las localidades riojanas de Pazuengos y Valgañón, entre el que se encontraban tranquilizantes, armas, explosivos, "tampoco ha sido analizado". "Tarda un poquito más en llegar pero llegará al laboratorio sin duda".

   Sanchez-Molero hizo estas declaraciones a los informadores durante los Cursos de Verano de la Universidad Complutense, celebrados en San Lorenzo de El Escorial, donde participó en la conferencia 'La prueba policial en la Guardia Civil'. En este contexto, explicó que el proceso de análisis del revólver consiste en realizar un disparo para así proceder al examen del proyectil y del casquillo y determinar si han participado en homicidios anteriores.

   En este proceso de 'balística identificativa', en el cual se identifican pólvoras, proyectiles, o armas, precisó que el estado de la bala está "normalmente en mejores condiciones para analizarlo si se encuentra en el cuerpo del cadáver, salvo que choque con un hueso duro y pierda parte de sus características".

   BOMBAS-TRAMPA

   Respecto con el sistema iniciador de bombas-trampa, a través del aporte de luz, hallado en poder del 'comando Vizcaya', Sánchez-Molero afirmó que esta técnica es "antiquísima", aunque el Laboratorio de Criminalística no ha hecho análisis de este tipo. "En el Laboratorio de Criminalística no hemos hecho análisis de este tipo. A lo mejor, a partir de ahora, recibimos análisis donde aparecen células fotoeléctricas".

   El dispositivo de nombre LSR --otras fuentes lo denominan LDR_ consiste en que el sistema iniciador reciba un aporte de luz extra que active el mecanismo de explosión, de tal forma que si se ha ocultado en un lugar oscuro, la apertura de éste supone la inmediata deflagración de la bomba.

   Con una de esas bombas-trampa, la banda asesinó el 19 de marzo de 1992 al artificiero de la Guardia Civil Enrique Martínez Hernández, Lliça de Munt (Barcelona), y volvió a intentarlo ocho años después en un atentado contra la casa cuartel de Irún (Guipúzcoa), según informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

   El jefe de Criminalística también indicó que los miembros de la organización terrorista han utilizado a lo largo de su historia "todo tipo de sistemas", y citó entre ellos los paquetes, que al variar su inclinación, ponen en marcha un cortocircuito que conduce a la explosión del detonador. "Sobre este sistema, pues no sé si será la primera vez pero una de las prácticas que se hacen en la Formación Profesional es una de apertura de un dispositivo eléctrico a través de una célula fotoeléctrica", concluyó.