Reconoce que el mundo de la izquierda abertzale tiene "un colchón de voto" que es todavía "inmune a la vuelta de la violencia de ETA"
BILBAO, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, reclamó hoy "lealtad insitucional" y apoyo al Ejecutivo autónomo y central que les "toca afrontar la parte más difícil en tiempos de violencia", ofreciendo seguridad a la ciudadanía.
En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, aseguró que, en la actualidad, es "absolutamente necesaria" la lealtad institucional que es algo que "escasea mucho y más en tiempos de violencia".
Balza defendió que el conjunto institucional y de partidos deben asumir "un principio de lealtad, de responsabilidad y de apoyo a quienes desde el Gobierno del Estado y a nosotros desde el Gobierno vasco nos toca afrontar la parte más difícil en tiempos de violencia, que es el dar el mayor porcentaje de seguridad posible a la ciudadanía".
Por ello, afirmó que tienen derecho a reclamar "lealtad insticional". "Se escriba eso en un papel o no se escriba, es lo de menos, lo que hay que verlo es en la práctica", indicó. Balza añadió que "lo cierto y lo grave y lo que le da bazas a ETA" es comprobar cómo "en cada pleno del Congreso de los Diputados o en el Parlamento vasco" hay una serie de iniciativas del PP tratando de hacer "un planteamiento partidista y buscando contradicciones".
A su juicio, lo que debe hacer la oposición, en estos momentos. "con claridad y con lealtad", es dar apoyo en la lucha antiterrorista y el Gobierno "dar explicaciones y claridad".
IZQUIERDA ABERTZALE
Por otra parte, manifestó que, en esta nueva etapa de ruptura del alto el fuego, ETA va a sufrir un cierto "descuelgue social" y afirmó que incluso "se ha producido con el sólo anuncio" del fin de la tregua.
Balza reconoció que el mundo de la izquierda abertzale parece tener un "colchón de voto" y que todavía es "inmune a la vuelta de la violencia de ETA". El consejero indicó que el "bajón importante" lo dieron con la ruptura del acuerdo de Lizarra, cuando su representación "se dividió por la mitad" y se "visualizó claramente un castigo social a la vuelta".
"Reducir ese mínimo es difícil ya, mientras se mantengan otro tipo de políticas", indicó el consejero, quien añadió que las legislaciones "de excepción aglutinan y agrupan".
LEY DE PARTIDOS
En concreto, criticó el diseño de la política penitenciaria o la Ley de partidos que son "atajos que, en nada favorecen a la lucha antiterrorista, al revés, crispan la sociedad, determinan, de una forma negativa la representación política y que son cuestiones que hay que tratar de abordar y resolver aún en tiempos de violencia".
Balza afirmó que "no hay que atajar, ni buscar vías excepcionales" sino que "tiene que ser el control social que supone cada cuatro años la elección, la que vaya demostrando cómo la vía de la violencia, hoy día, en el corazón de Europa y en el siglo XXI es una extravagancia que tiene que tener castigo electoral".
En relación a la política penitenciaria, aseguró que es un "error" encuadrar esta política dentro del "marco de la lucha antiterrorista". A su juicio, tiene que ir dirigida al propósito "contrario", que es "buscar el cauce de inserción social y buscar un castigo penal a quien ha cometido un delito, pero no a su entorno familiar".
"Este tipo de vías excepcionales, no están produciendo resultados, lo cierto es que ya lleva años, muchos, en aplicación, y no han producido resultados en lo que es realmente el núcleo de la lucha antiterrorista", concluyó.
