MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, afirmó hoy que es "evidente" que existe un proceso de paz "en marcha" y que la oposición "no está por la labor", aunque acto seguido aclaró que el proceso está en estos momentos "suspendido". Además, aseguró que es "inevitable" que algún gobierno lo "retome" para encontrar "una paz en libertad".
Fernández Bermejo explicó que existe "un proceso de paz que no para" pero que "en estos momentos está suspendido" y subrayó que al gobierno "que le toque" deberá retomarlo. "No podemos pensar que se acaba el proceso de paz cada vez que hay una alteración --continuó--. Ahora han pasado cosas que justifican sobradamente que esté suspendido". "Es evidente en el horizonte que a quien le toque deberá retomarlo", reiteró.
En este sentido, indicó que cada vez que se aprecie que las condiciones "no son las oportunas, como ahora, no se hablará" e insistió en que en estos momentos existe un 'impasse' porque "parece" que ETA "no quiere la paz". Para él, lo importante es "no perder la referencia del camino que debe andarse" para encontrar "una paz en libertad". "En este momento no es viable, pero volverá a serlo no sé cuándo, y el gobierno que esté en este momento lo andará".
Respecto a la voluntad de la ilegalizada Batasuna de presentarse a las próximas elecciones municipales, Fernández Bermejo garantizó que la justicia está "preparada" e intentará con todos los medios a su alcance impedirlo si comete un "fraude de ley". Así, se mostró seguro de que "los herederos de Batasuna" intentarán concurrir a los comicios y la justicia lo impedirá "salvo que cumplan lo requisitos de la Ley de Partidos".
TODAS LAS LEYES SON INTERPRETABLES
Además, preguntado por las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la interpretación de la Ley de Partidos, recordó que no existe "ninguna ley que no sea interpretable". "Si alguien intenta presentarse a las elecciones sin rechazar la violencia no va a colar, si prepara una acción política que cumpla los requisitos de la Ley de Partidos nadie va a decir que no, todo tendrá que ser interpretado", argumentó.
El ministro también se refirió a la irregular composición de la Sala 61 del Tribunal Supremo, encargada de la aplicación de la Ley de partidos, y destacó la necesidad de que "mala composición" sea reparada porque "las consecuencias pueden ser enormemente graves". Así, dio "por sentado" que se actuó "de buena fe" y el error no fue intencionado pero reiteró la necesidad de que sea subsanado porque "no se puede permitir esa situación".
En este sentido, hizo un "llamamiento de sosiego" y reclamó al PP que "deje el monte y vuelva al llano". "Si alguien dice eso desde oposición no sé de lo que será capaz cuando esté en el gobierno. Nos jugamos cada día mucho, tenemos que tener capacidad de respetar y no meter tanta presión a operadores jurídicos tan sensibles", aseveró.
LLAMAMIENTO AL SOSIEGO
Respecto al conflicto entre el tribunal encargado de juzgar la pasada semana al líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, y la Fiscalía, Fernández Bermejo aclaró que en derecho es normal que existan interpretaciones "radicalmente distintas" sobre un mismo acto, aunque "hasta un determinado límite". Por ello, defendió que el fiscal retirase la acusación y criticó que se esté haciendo "continua cuestión de las resoluciones de los tribunales en materia antiterrorista".
Además, calificó de "excepcional" la respuesta del tribunal a la Fiscalía y explicó que esta "pérdida de sosiego" es "lo malo" porque se traslada un enfoque político al ámbito de la justicia, que, a su juicio, "no es el que conviene a la serenidad que tiene que haber en los tribunales". Así, reconoció no entender por qué el tribunal no ha introducido como tesis la acusatoria, "una herramienta que tiene cuando está en contra de la fiscalía".
Según defendió, esto está provocado por "el clima político", ya que la oposición "ha decidido que no da cuartel" en materia de política antiterrorista y la lleva además a los tribunales "tintando" de interés partidista "algo que debería dejarse en el sosiego del enjuiciamiento".
En este contexto, el ministro explicó que el próximo estatuto del Ministerio Fiscal prevé que el fiscal general del Estado quede "fuera de la órbita" de cada gobierno evitando que pueda ser cesado por el Ejecutivo que haya aprobado su nombramiento. A su juicio, ésta es "una de las herramientas" que ayudarán a "despolitizar la justicia" y recordó que, en este tema, el PP "volverá a quedarse solo".