MADRID 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, afirmó hoy que continuará "haciendo ofertas" sobre la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "para que refleje la pluralidad que existe en el mundo judicial" y criticó que su actual composición no permite que este órgano sea percibido con autoridad social suficiente para tomar las decisiones que de él dependen.
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Bermejo defendió que "una cosa es la legalidad y otra la legitimidad social". "Y quien quiera entender cuando hablé de falta de legitimidad que entienda, y quien quiera seguir empecinado en negar la mayor para seguir beneficiándose de una situación de mayoría, que responda ante los ciudadanos de esa posición", aseveró.
Así, explicó que él continuará "haciendo ofertas" sobre su reforma para cumplir con la Constitución y la ley. "Por alguna razón no hemos sido capaces de encauzar ese órgano por el buen camino --continuó--. Probablemente su diseño no sea el más feliz, pero es el que tenemos". El ministro argumentó que su oferta tiene el objetivo de que el CGPJ refleje la pluralidad que existe en el mundo judicial "y no ser sólo los dos grandes partidos quienes en un reparto de cromos hagan una escisión irreconciliable que polarice su actuación y traslade allí el enfrentamiento entre los dos grandes grupos".
Según explicó, su propuesta persigue que todos los grupos se sientan "copartícipes" del órgano y crear así "un gran almohadón intermedio" entre los grandes partidos "que sirva para que no haya polarización" y que exista "una gran cancha donde se dialogue y con la que se sientan identificados los agentes del mundo judicial".
El ministro criticó que el CGPJ se haya pronunciado sobre aspectos "en los que no se ha pedido opinión" y reconoció que "hubiera agradecido" que, para defender su imagen de imparcialidad, "no se hubieran metido en esos terrenos cuando nadie se lo pedía". "Se pasaron un poco", criticó tras señalar que tras esta circunstancia la ciudadanía tiene "motivos" para hacer valoraciones.
En este sentido, subrayó que un gran pacto por la justicia tiene que venir de la mano de los políticos y criticó su "vieja manía" de llevar "continuamente" conflictos políticos a los tribunales. A su juicio, esto significa "incapacidad profunda de diálogo" y emplazó a recuperar el sosiego en los tribunales porque "criminalizando la política se politiza a la justicia".
El ministro recordó además que el Parlamento está tramitando la reforma del Estatuto del Ministerio Fiscal para que pueda convertirse en una institución autónoma con independencia del Gobierno y que "aleje las sospechas de mediatización". Además, se propone "blindar" al Fiscal General del Estado para que éste no pueda ser cesado por el Gobierno que aprobó su nombramiento, lo que, a su juicio, le otorgará "confianza".
Además, una vez concluida esta reforma, el Ministerio acometerá en la próxima legislatura si vuelva a salir elegido "la gran reforma del proceso penal" con el objetivo de "salir del modelo inquisitivo en que nos encontramos". "Esa es la gran revolución pendiente que acometeremos la próxima legislatura", concluyó.