Bono niega que los diputados sean unos vagos, pero aboga por reservar el Pleno del Congreso para debates más políticos

Dice sentirse "apoyado y querido" por el PSOE tras la polémica sobre la Madre Maravillas y "cómodo" con el resto de grupos

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 28 noviembre 2008 14:18

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Congreso, José Bono, aseveró hoy que "es mentira" que los diputados sean "unos vagos" y criticó por "indecente" que se piense que cuando el hemiciclo está "semivacío" es porque los parlamentarios están "en el bar". Eso sí, considera "conveniente" comenzar a llevar al Pleno del Congreso asuntos de mayor calado político poniendo como ejemplo la forma de articular los temas que desarrolla el Parlamento vasco.

En los Desayunos Informativos de Europa Press, patrocinados por Banif, Telefónica, Thomson Reuters y FCC, el presidente del Congreso presumió de ser "el que mejor conoce" las presencias y las ausencias que se registran en el Salón de Sesiones y, por esa razón, criticó que haya personas "deslenguadas" que sostienen que cuando el Pleno está "semivacío" es porque los diputados no están trabajando.

"Eso es mentira --afirmó rotundo--. No podemos cargar las tintas en el tiro al diputado porque puede resultar muy socorrido". A su juicio, los parlamentarios españoles no son de "peor condición" que los albañiles, los sacerdotes, los abogados o los periodistas. "Borren de la cabeza la idea de que los diputados son vagos o no son trabajadores, porque, aunque la idea puede ser socorrida, no es cierta", insistió.

FÓRMULA DEL PARLAMENTO VASCO

Eso sí, el presidente del Congreso apostó por reservar el Pleno del Congreso para debatir asuntos de "mayor interés político" porque, según indicó, el sistema de cupos por grupos parlamentarios puede conducir a hacer "poco interesante" el asunto que se trata en la sesión plenaria, tanto para los diputados como para los ciudadanos.

En este sentido, puso como ejemplo la fórmula que practica el Parlamento vasco, en el que es la Mesa la que decide qué temas van al Pleno y qué temas se debaten en comisión. Y, aunque dejó claro que quizá no sea ésta el sistema a imitar para el Congreso, sí subrayó que se tendrá pensar en "hacer cambios" en el desarrollo de las comisiones.

Planteó incluso la posibilidad de abrirlas a la asistencia del público para que puedan seguirse de manera presencial como ocurre en el Pleno porque quizá así su trabajo pueda tener un mayor reflejo en los medios de comunicación. Con el objetivo de reducir los debates de carácter técnico en el hemiciclo, Bono ya ha pedido que se disminuyan las denominadas avocaciones a Pleno, es decir, que las discusiones sobre enmiendas que se mantienen en las comisiones no se repitan en las sesiones plenarias reservando éstas para los debates políticos.

Además, Bono también se refirió a la polémica suscitada en torno a la idea inicial de la Mesa del Congreso de colocar una placa en dependencias parlamentarias en honor de Santa Maravillas de Jesús. A este respecto, defendió que al órgano de gobierno de la Cámara "no le dio tiempo" a materializar dicho acuerdo, y mucho menos a explicar que la razón del homenaje a la Madre Maravillas se debía a su notoriedad pública, y no a su condición de religiosa.

LA UNANIMIDAD ES "EXIGIBLE"

En cualquier caso, señaló que en el reconocimiento de una persona es "exigible" el acuerdo unánime y, como en este caso no lo ha habido, lo lógico era revocar la decisión de reconocer a esta carmelita descalza.

Aunque asumió su "error" de dar vía libre a esta resolución --"los hay divinos, pero yo soy humano y de vez en cuando me equivoco", dijo--, Bono alegó que jugó y juega con la "desventaja" de haberse impuesto la obligación de guiarse por un comportamiento institucional. "No estoy dispuesto a ser el portavoz de mi grupo parlamentario en la Mesa, porque me corresponde ser el árbitro", manifestó en este sentido.

En todo caso, negó haberse sentido ninguneado por que su partido opusiera a la decisión adoptada por la Mesa del Congreso sobre Sor Maravillas. De hecho, admitió llegar a entender que algunos de sus compañeros intervinieran en una reciente reunión del Grupo Socialista para censurar esa decisión teniendo en cuenta la información que recibieron sobre la misma, la cual, insistió, "no hubo tiempo de explicar". "Con la información que tenían yo hubiera hecho la misma intervención", agregó.

EL PP Y LOS FAMOSOS

A pesar de las discrepancias mostradas por el PSOE sobre la resolución inicial de la Mesa del Congreso y del episodio en el que Bono llegó a tachar en tono jocoso de "hijos de puta" a sus compañeros de partido por esta cuestión, no ocultó que se siente "apoyado" y "querido" por su grupo parlamentario.

Bono realizó esta afirmación ante un auditorio en el que no se encontraban ni el portavoz del Grupo Socialista en la Cámara, José Antonio Alonso, ni su secretario general, Ramón Jáuregui, aunque sí la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, el también miembro de la dirección y candidato a las elecciones europeas, Juan Fernando López Aguilar, y otros diputados socialistas, entre ellos, la vicepresidenta primera del Congreso, Teresa Cunillera, y el parlamentario por Toledo Alejandro Alonso.

Preguntado por el hecho de que el PP le tumbara esta semana su intención de celebrar el próximo 5 de diciembre una lectura de la Constitución con personajes del mundo de la cultura, el deporte y la televisión, Bono respondió que creía que hubiese sido "bueno y significativo" que 350 niños --"que son niños y no votan", ironizó-- de institutos madrileños pudieran conmemorar el 30 aniversario de la Constitución acompañados de sus 'ídolos'.

SE SIENTE CÓMODO

No obstante, en esta cuestión tampoco hubo acuerdo porque algunos consideraban que debía haber "más variedad", y por ello también decidió no llevar a efecto esa decisión, y eso a pesar de que sigue defendiendo de que los 'elegidos' no evocaban ningún tipo de partidismo.

Pese a que desde el PP llegaron incluso a tachar de "dictatorial" la medida, por ser adoptada únicamente por Presidencia del Congreso, Bono rehusó pronosticar si a partir de ahora cualquier decisión que adopte vaya a ser puesta en cuestión. Es más, dijo sentirse "cómodo" con otros partidos distintos del suyo, si bien admitió "lo incómodo" que, por su cargo institucional, le resulta tener guardar "silencio". "La púrpura del poder es callar, y seguiré callando", puntualizó.

LENGUAS COOFICIALES EN EL CONGRESO

En otro momento del coloquio, se le preguntó si permitirá alguna vez que en el Pleno del Congreso se hable en un idioma distinto del castellano. A este respecto, el presidente de la Cámara Baja recalcó que cualquier cambio sobre el uso de las lenguas cooficiales del Estado depende de los grupos y ha de hacerse "democráticamente".

Sin embargo, dijo no estar dispuesto a tener un planteamiento "histérico" en este sentido si alguien hace una cita culta, que apoya su argumento, en catalán, euskera o gallego. "A mi no me produce urticaria hablar ninguno de los idiomas citados --indicó--. No es un problema de exacerbar, sino de regular".

GRUPOS DE AMISTAD

Por último, y en relación con la petición del PP para que elimine algunas de las restricciones que el Congreso pretende llevar a cabo con respecto a los grupos de amistad que mantiene con otros Parlamentos, Bono contestó que no tiene noticia de que el principal partido de la oposición vaya a reclamarle ningún tipo de recorte en este sentido desde el punto de vista presupuestario.

Aunque reconoció que existen "distintas interpretaciones" sobre la forma de actuar en la Mesa del Congreso con respecto a los grupos de amistad, confió en que la vicepresidenta primera del Congreso, Teresa Cunillera, a la que ha encargado este asunto, acabe presentando "una fórmula inteligente" que sea "austera y sensata".

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