Botella pide a servidores públicos que no ayunen a la hora de "desterrar comportamientos que envilecen" la política

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella
EUROPA PRESS
Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 13 febrero 2013 15:51

MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha dado el último adiós a la Sardina, con la que se pone punto y final al reinado del Carnaval para dar paso a la Cuaresma, con un elaborado discurso en el que ha pedido a los que sirven a los ciudadanos que no ayunen a la hora de "desterrar comportamientos que envilecen la vocación política".

Botella ha recibido en la Casa de la Villa a la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina que, de luto riguroso y con las plañideras dejándoselos pulmones, han dado el último adiós a la finada, toda una tradición que se ha repetido en la historia de Madrid.

Ese ha sido el hilo argumental del discurso de la primera edil, la permanencia de esta tradición en una ciudad cambiante, la de "los huertos milagrosos donde los ángeles araban", "la de las novelas del Siglo de Oro", la del de la Reforma ilustrada, la de "'La colmena' y la de los ladrones de bicicletas de 'Tiempo de silencio'" y también la del "vuelva usted mañana".

De Madrid ha dicho que siempre ha creído en una "fuerte regeneración para salir de los embates" y que hoy en día sigue soñando para conseguir hacer realidad los Juegos Olímpicos en la capital en el año 2020. "Madrid es capaz de reinventarse sin dejar de ser fiel a sí misma", ha aseverado.

La primera edil también es consciente de que los tiempos que corren son muy difíciles, especialmente para los que sufren los rigores de la crisis, pero hay que "esforzarse por seguir soñando".

"Aunque la realidad nos ofrezca su perfil más desalentador, los madrileños y todos los españoles debemos confiar en nuestra probada capacidad de materializar nuestros sueños. No ayunemos de sueños, no ayunemos de ilusión, solidaridad y compromiso con los que más lo necesitan, que los que servimos a los ciudadanos no ayunen de desterrar comportamientos que envilecen la vocación política", ha concluido.

También ha tomado la palabra un representante de la Alegre Cofradía en un discurso con la "tontiloca" sardina como protagonista. Después de criticar, con mucho humor, a los que "depositan en Suiza los augurios e ilusiones", no se ha querido despedir sin el deseo de que designen a Madrid como "sardinero olímpico" organizando los Juegos de 2020.

Cumpliendo la tradición, los cofrades han acudido a la Casa de la Villa a saludar a los madrileños e invitarles al desfile que parte de la plaza de San Antonio de la Florida, cruza el Manzanares y llega a la Casa de Campo para dar sepultura a la Sardina en la Fuente de los Pajaritos.

Contenido patrocinado