BARCELONA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha advertido a CiU de que los populares serán "exigentes y críticos" a la hora de ofrecer apoyos en el Parlamento y en el Ayuntamiento de Barcelona, y le ha avisado de que, tras los resultados electorales de este domingo, la federación no será determinante en la gobernabilidad de España.
"CiU no ha logrado su objetivo de que el PP no obtuviera una amplía mayoría en España", ha señalado en rueda de prensa, donde ha adjudicado a su partido el papel de interlocutor con el futuro Gobierno sobre todo en aquellos aspectos que guarden relación con Cataluña, relegando de ese rol a la federación.
"El PP es quien mejor puede llevar a cabo las relaciones de encaje entre Cataluña y el resto de España", ha ahondado Camacho, que ha reivindicado el peso de los resultados cosechados en Cataluña para la victoria final de Mariano Rajoy.
Sin embargo, ha reclamado "mano tendida y lealtad institucional" a las formaciones catalanas, a quienes ha exigido la misma responsabilidad y altura de miras que, a su juicio, ha demostrado el PP en Cataluña colaborando con el Gobierno de CiU para sacar adelante los presupuestos de la Generalitat en un contexto de crisis.
Convencida de que la debacle del PSC abre un periodo de reformulación de su proyecto que condicionará su estrategia en el Parlament y ofrecerá un mayor peso al PP en la política catalana, Camacho ha asegurado que su partido seguirá actuando "con responsabilidad y exigencia" con el Govern para que dirija sus esfuerzos a generar empleo y a la recuperación económica.
No obstante, la presidenta del PP catalán ha erigido los próximos tres años --previos a las elecciones autonómicas de 2014-- como un periodo clave para "consolidar" al partido como una fuerza importante en Cataluña, lejos de la etapa de aislamiento vivida a raíz del proceso del Estatut y el posterior Pacte del Tinell.
EL "AGUJERO NEGRO"
El candidato del PP por Barcelona, Jorge Fernández, ha celebrado los resultados cosechados por el partido porque Cataluña ha dejado de ser "el agujero negro" que impedía ganar unas generales, en referencia a los resultados de 2008, cuando los socialistas superaron a los populares en 17 escaños y más de un millón de votos.
"Hoy esa anomalía política ha dejado de existir", ha subrayado el dirigente popular, que ha exhibido la reducción de la diferencia entre PSC y PP como un síntoma de normalidad que asemeja los resultado catalanes con los del resto de España.
Sin embargo, el PP catalán se ha quedado a las puertas de batir su mejor resultado hasta ahora --los 12 diputados cosechados en el 2000 de la mano de la mayoría absoluta de José María Aznar--, y no ha obtenido senadores de elección directa, dos de los principales objetivos que se había marcado el partido antes de arrancar la campaña.
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