SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 Oct. (EP/IP) -
La consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, se mostró altamente preocupada por la insistente postura partidista del Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, con respecto a la política de atención a los menores extranjeros.
Rojas reiteró que "el señor Caldera no puede decir que renuncia a sus competencias pidiéndole a Canarias que negocie con otras Comunidades autónomas sobre un fenómeno como es el de la inmigración, que atañe a todo el Estado, aludiendo que las comunidades receptoras son de uno u otro signo político".
"Caldera da la espalda a Canarias, a los menores extranjeros y confunde la labor de Gobierno con un mensaje claramente partidista y de confrontación", aseguró.
"El Gobierno de Canarias es el Gobierno de todos y todas y el Gobierno del Estado debería actuar siendo un Gobierno de todos los ciudadanos y de todos los territorios y cuando una comunidad como la nuestra tiene problemas, debe poner todos los medios para resolverlo, máxime cuando se trata de personas que sufren una doble discriminación, ser menor e inmigrante", expuso.
"Hemos solicitado desde hace ya dos meses una entrevista con el Ministro y hasta ahora no hemos tenido respuesta. Me parece -añadió Rojas- cuánto menos una falta de responsabilidad que no nos haya contestado y que ahora pretenda responsabilizar a las Comunidades autónomas, cuando ni siquiera ha convocado el Consejo Superior de Política de Inmigración para poner el problema y sus soluciones sobre la mesa".
"Los canarios nos hemos convertido en la voz de estos menores y desde ese compromiso solicitamos al Sr. Caldera que muestre una presencia y una respuesta política acorde con el cargo que representa ya que estamos hablando no ya un problema humanitario coyuntural, sino uno estructural, mucho más difícil", dijo.
"En este problema no caben ni dobles discursos ni discursos partidista, por un lado el Gobierno de España está planteando a la Unión Europea una corresponsabilidad en el control de fronteras, y por otro da la espalda a Canarias en un problema humanitario que lleva ya instalado en nuestra tierra más de diez años", apuntó Rojas.
