LOGROÑO 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial ha condenado a doce años y medio de cárcel a un hombre que abusó sexualmente, de forma reiterada, de la hija del hombre para el que trabajaba, que le pagaba con manutención y hospedaje en el domicilio de la familia.
Según relata la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el acusado, S.I, de 31 años de edad, carece de antecedentes penales y, en el momento de su detención, relativa al 30 de septiembre de 2005, no tenía domicilio fijo y tenía pendiente su expulsión del territorio nacional.
En la primavera del año 2005, S.I acudió a buscar trabajo a la casa de una familia. Desde entonces, comenzó a vivir en el domicilio trabajando para el cabeza de familia. En la casa vivía, también, la hija de esta familia que, entonces, tenía quince años.
Desde el mes de agosto, y hasta la detención del acusado, el hombre mantuvo relaciones sexuales, con al menos en cinco ocasiones y siempre con penetración vaginal, con la niña. Una circunstancia para la que el juez considera que se "aprovechó de la convivencia bajo el mismo techo".
Además, el magistrado cree que se valió de "la desproporción de edades", la "mayor experiencia vital" de él, así como de la minoría de edad de la chica, su limitada capacidad cultura, pues cursó estudios sólo hasta primero de ESO, y de las circunstancias generadas en su entorno social, que limitaban su capacidad de respuesta.
La sentencia relata que el acusado manifestó conocer que la chica era menor y cuenta cómo la menor no denunció los hechos, ni los puso en conocimiento de nadie, hasta que, a consecuencia de las costumbres de su etnia gitana, no se le sometió a un examen de virginidad.
En este sentido, el acusado, dice la sentencia, "no niega que hayan existido relaciones sexuales", pero afirma que éstas "fueron libres y consentidas". "Incluso, a los mismos guardias civiles que practicaron su detención les habló de relación de noviazgo y de futuro matrimonio".
No obstante, el juez considera que no se puede probar que esta relación exista y que, además, la relaciones sexuales se produjeron en un contexto de "superioridad sobre la víctima".
En definitiva, le considera autor de un delito continuado de abuso sexual y le pide, además de pena de doce años y medio de cárcel, cinco de alejamiento de la víctima e indemnización a la misma de 25.000 euros.