Los Cebada Gago brindan otra carrera rápida y limpia en el cuarto encierro de los Sanfermines

Actualizado: martes, 10 julio 2007 10:46

PAMPLONA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

Seis toros de la ganadería gaditana de Cebada Gago protagonizaron hoy una carrera rápida y limpia en el cuarto encierro de las fiestas de San Fermín, que destacó por las bonitas carreras que protagonizaron los mozos delante de los astados en la calle Estafeta.

Según las primeras informaciones de los servicios sanitarias, cuatro mozos han tenido que ser trasladados a centros hospitalarios, aunque no se han registrado heridas por asta.

La cuarta carrera de los Sanfermines, que duró 2,26 minutos, comenzó a las ocho de la mañana con la salida de los seis toros agrupados desde los corralillos para enfilar la cuesta de Santo Domingo.

Un toro castaño fue el único que puso momentos de emoción mirando constantemente a los mozos que quedaban a la izquierda del recorrido, pero la cuesta acabó sin incidentes y el grupo entró en la plaza del Ayuntamiento, siempre encabezado por los mansos.

A la entrada en la calle Mercaderes, la manada arrolló a un mozo y ya en la curva con Estafeta cinco toros resbalaron y quedaron totalmente descolgados de los mansos.

Así, comenzó la parte más atractiva del encierro, ya que los mozos que se encontraban en Estafeta pudieron protagonizar bonitas carreras delante de los astados desde el inicio de este tramo, una vez la manada quedó libre de la presencia de los mansos.

No obstante, el toro castaño que encabezaba el grupo cabeceó varias veces hacia los jóvenes y arrolló a dos de ellos, uno al principio y otro mediada la calle Estafeta.

A lo largo de este tramo se vieron numerosas peleas entre los mozos para tratar de 'coger' toro y guiar al animal durante el mayor número de metros posibles.

Cuando la manada se adentró compacta en Telefónica, dos toros castaños cayeron al suelo y el grupo se disgregó hasta el final de la carrera. Así, un toro negro entró el primero a la plaza de toros, seguido de tres hermanos que corrían juntos, mientras que por detrás iban por separado los dos toros castaños.

Finalmente, pese a los toros sueltos, los mozos guiaron bien a los animales hasta los chiqueros de la plaza y tampoco hubo peligro en este tramo final de la carrera.