Cerdá pregunta a Zapatero "si llevar agua en barco es la nueva cultura del agua que prometió"

Actualizado: sábado, 12 enero 2008 19:37


MURCIA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, preguntó hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "si llevar agua en barcos es la nueva cultura del agua que prometió tras derogar el trasvase del Ebro", en referencia a las medidas que plantea la Generalitat de Cataluña para abastecer el área metropolitana de Barcelona.

Cerdá criticó en este sentido la "improvisación e ineficacia" del Gobierno de España en política de agua, y señaló que la actitud de la Generalitat "es el reflejo de los nacionalismos más fanáticos sobre los que gobierna el PSOE", según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

Esta actuación de urgencia que estudia la Consejería de Medio Ambiente catalana para paliar la sequía del área metropolitana de la Ciudad Condal, demuestra, a juicio del consejero, "la prepotencia de no reconocer el error que cometieron al derogar el trasvase del Ebro del Plan Hidrológico Nacional, que incluía la ampliación urgente del minitrasvase a Tarragona con agua del Ebro y adicionalmente, un ramal hacia el norte para abastecer el área metropolitana de Barcelona con 190 hectómetros cúbicos".

Al respecto, señaló que "después de haber derogado el trasvase a Cataluña, Valencia, Murcia y Almería, ahora estudian llevar agua en barco a Barcelona para solucionar una situación extrema a la que no se tenía que haber llegado", y añadió que esta situación "demuestra la improvisación y falta de rigor con que se ha afrontado este problema durante la legislatura socialista".

No obstante, Cerdá trasladó un mensaje de "apoyo y solidaridad" a los ciudadanos de Barcelona "porque los murcianos sabemos lo que supone estar pendientes del grifo", apostilló.

Según el Ejecutivo, otra de las opciones estudiadas es la de llevar a Barcelona agua del Ródano (Francia) y de la desaladora de Carboneras (Almería), algo que para Cerdá "pone de manifiesto que la desalación es un complemento puntual que no puede proporcionar suministros suficiente ni en cantidad ni en calidad para la agricultura y plantea enormes problemas para los usuarios, como ocurre en Carboneras, una fábrica de agua al ralentí", que en estos momentos, funciona por debajo del 20 por ciento de su capacidad, según publicó esta semana el diario 'La Vanguardia'.

Por todo ello, indicó que la sequía "no se puede evitar como fenómeno climatológico, pero sus efectos pueden ser previstos y reducidos con una buena planificación, como era el Plan Hidrológico Nacional", y precisó que el Programa Agua del Gobierno central "lejos de ser aquello de más agua, más barata y en menos tiempo, se reduce a una serie de parches, carentes de la mínima coherencia y planificación".

Por último, recordó que este Plan, consensuado por el 85 por ciento de los miembros del Consejo Nacional del Agua, "era un proyecto que vertebraba España", y que de haberse realizado, "hubiera permitido paliar las situaciones cíclicas de extrema sequía como está ocurriendo en la ciudad de Barcelona y sufrimos permanentemente en el sureste español", por lo que concluyó que "debe recuperarse el derogado trasvase del Ebro".