El chileno detenido con un kilo de cocaína listo para su entrega dice que aceptó el encargo a cambio de droga

Actualizado: miércoles, 9 abril 2008 17:10

El acusado asegura que es adicto y está muy enfermo, por lo que pide que se le permita volver a su país para "poder morir en paz"

SANTANDER, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ciudadano chileno al que en septiembre de 2007 se le incautó un kilo de cocaína escondido en una maleta en la habitación del hotel de Santander en el que se alojaba, reconoció hoy durante el juicio que aceptó realizar la entrega de la droga a otra persona a cambio de 50 gramos de esta sustancia, de la que se confesó adicto.

El juicio, que se celebró en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, quedó visto para sentencia. La Fiscalía mantiene su petición de once años de prisión y una multa de 200.000 euros por un delito contra la salud pública, mientras que la defensa pide una pena de tres años, al considerar que no existe tal delito y que, en todo caso, el acusado sería cómplice, y no autor del mismo.

P.C.L., de 50 años y de nacionalidad chilena, relató que recibió el encargo cuando se encontraba de visita en Madrid para contactar con unos proveedores de botas vaqueras con los que trabajaba en su país, pero "desafortunadamente" se "entretuvo" en distintos bares de la capital, donde conoció a un hombre del que se hizo amigo y que le proporcionó cocaína para su consumo.

Según dijo, fue este hombre el que le propuso que hiciera la entrega de la droga. "Yo acepté estando en un estado muy descontrolado", aseguró, y a cambio de 50 gramos de cocaína, sustancia de la que es consumidor habitual desde hace 20 años.

El acusado explicó que en esa época "estaba muy descontrolado", además de sufrir "muchas depresiones" y "enfermedades incurables", por lo que tenía una esperanza de vida inferior a los cinco años. Por ello, pidió al tribunal "comprensión" y que le "hagan llegar" a su país para "poder morir en paz" con su familia.

Una vez acordado el encargo, se desplazó a Santander, donde "paseaba, iba a bares y consumía mucha cocaína", hasta que el 13 de septiembre de 2007 la Policía Nacional le detuvo tras entrar, con su autorización, en la habitación que ocupaba en el hotel.

Allí se encontraron, según relataron en el juicio los agentes que procedieron al registro, tres bolsas de plástico, en una de las cuales, que se encontraba dentro de una maleta, aparecieron 1005,13 gramos de cocaína.

Además, dentro de un portatrajes que se hallaba en el armario, aparecieron otras dos bolsas de plástico, una de ellas con unos 130 gramos de cocaína y otra con cerca de 60. Asimismo, se localizaron 620 euros, cantidad que para la defensa no prueba que se dedicara a traficar.

La droga hubiera alcanzado en el mercado un valor superior a los 70.000 euros y tenía una pureza media del 68,7 por ciento, algo que confirmaron distintos peritos que comparecieron en el juicio.

Aunque el acusado aseguró que durante el registro él se encontraba bajo los efectos del consumo de drogas, los testigos que procedieron al registro desmintieron esta afirmación.

ADICCIÓN.

En cuanto a la adicción del acusado, que la defensa considera un atenuante, las técnicos forenses propuestas por esta última indicaron en el juicio que no se encontraron "signos clínicos y ni siquiera síntomas" que demostraran que el consumo de drogas le produjera alguna "alteración", opinión que éste achacó a que él "las ofendió" durante el análisis. La Fiscalía por su parte estimó que realizaba un "consumo abusivo", pero no era un adicto.

La defensa alegó, además, que hechos como que careciera de vehículo propio, que desconociera la cantidad de droga que llevaba o que fuera trasladado de un hotel a otro suponen que él fue en realidad cómplice en lugar de un "colaborador imprescindible".

Asimismo, consideró que la existencia de las dos bolsas con menor cantidad de droga "lo único que acreditan" es el consumo por parte del acusado, mientras que para la Fiscalía "está claro" que acreditan que su actividad ya había comenzado.

El procesado, que se encuentra en prisión por esta causa desde el 14 de septiembre de 2007 y tenía orden de prohibición de entrada en territorio comunitario decretada en agosto de 2004 por el Estado alemán.