Gil Lázaro acusa al PSOE de empezar a usar el caso para cruzarse "navajazos" internos a cuenta la sucesión

Ignacio Gil Lázaro, diputado del PP
CONGRESO
Actualizado: miércoles, 13 abril 2011 15:59

MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

El diputado del PP Ignacio Gil Lázaro, que semanalmente viene interrogando al Gobierno en el Congreso por el 'chivatazo' policial a la red de extorsión de ETA en 2006, ha acusado a los socialistas de empezar a utilizar este 'caso Faisán' para cruzarse "navajazos" internos a cuenta de la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero.

Y es que, según Gil Lázaro, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, "no ha respaldado" expresamente la actuación del vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo que a su juicio "quiere decir mucho".

RESPONSABILIDAD POLÍTICA PERO TAMBIÉN PENAL

Tras debatir con Caamaño en el Pleno del Congreso, Gil Lázaro ha explicado a Europa Press que este cruce de "navajazos" que percibe se debe a que la justicia "avanza" y "alguien puede tener que enfrentarse no sólo a su responsabilidad política, sino también a una posible responsabilidad penal".

Según ha abundado, que el titular de Justicia no haya querido avalar a Rubalcaba es la respuesta a la "emboscada" parlamentaria que, en su opinión, le han tendido desde Interior al intentar implícitamente atribuirle "en exclusiva" la autoría de la "insólita y vergonzosa" estrategia que el Gobierno está "obligando" a realizar al fiscal para intentar que el 'chivatazo' quede "impune".

"Que Caamaño haya marcado distancias con Rubalcaba no dándole apoyo verbal fehaciente tiene que ver también con el trasfondo de la sucesión de Zapatero, a la vista de la proximidad del ministro de Justicia a la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y de ambos con la ministra de Defensa, Carmen Chacón", ha agregado.

INTENTAN ENDOSAR EL PAJARRACO A RUBALCABA

En este sentido, Gil Lázaro ha querido dejar claro que pese a que el 'caso Faisán' es el "caso Rubalcaba", lo cierto es que afecta también a "todo el Gobierno" --en virtud del principio constitucional de responsabilidad solidaria-- y, por tanto, afecta también a Caamaño y Chacón "por mucho que intenten veladamente endosarle el pajarraco al vicepresidente primero porque conviene a sus maniobras sucesorias internas".

"Lo único que faltaba es que los socialistas empiecen a utilizar internamente el 'chivatazo' como munición soterrada de grueso calibre en la batalla sucesoria para descalificarse recíprocamente y ganar posiciones", ha concluido.