CiU pide al Gobierno lograr que Barcelona acoja la sede de la Secretaría General de la Unión para el Mediterráneo

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 9 junio 2008 20:04

MADRID 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

El grupo parlamentario de CiU en el Congreso defenderá este miércoles una proposición no de ley en la Comisión de Asuntos Exteriores que pide al Gobierno realizar todas las gestiones diplomáticas oportunas para conseguir que la Secretaria General de la Unión para el Mediterráneo tenga su sede en la ciudad de Barcelona.

El diputado de CiU Jordi Xuclà, que defenderá la iniciativa parlamentaria, recuerda en un comunicado que la primera Conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores celebrada en Barcelona en 1995 fue el punto de partida de la Asociación Euromediterránea, también conocida como Proceso de Barcelona, que nació como un marco de relaciones políticas, económicas y sociales, de diálogo y de cooperación regional del Mediterráneo.

Además, remarcó que "es el único foro que reúne a todos los actores de la región, congregando a 38 miembros, entre los países de la Unión Europea, los candidatos a ingresar en ella y los socios del Mediterráneo".

Sin embargo, según explica el parlamentario de CiU, esta Asociación que ha intentado crear un clima de confianza en la región "no ha podido cumplir con sus objetivos" en estos más de diez años de existencia.

Así, argumenta que ha promovido el diálogo y la cooperación en aras de mayor estabilidad y seguridad en el ámbito mediterráneo, pero de forma "insuficiente", y tampoco ha avanzado hacia la realización del objetivo de un área de libre comercio en el Mediterráneo para el 2010.

Del mismo modo, Xuclà señala que, aunque se ha promovido la creación de instancias de deliberación como la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea (que reúne periódicamente a 240 legisladores de las dos riberas), su papel ha tenido una "insuficiente capacidad de impulso político".

Así pues, y tras las conferencias de Malta (1997), Stuttgart (1999), Marsella (2000), Valencia (2002), Nápoles (2003) y Luxemburgo (2005), se constata una clara insatisfacción respecto de las expectativas que en su día generó, sobre todo para los países de la Ribera sur.

En consecuencia, Xuclà aseguró que la situación obligaba a replantear los mecanismos de colaboración para seguir avanzando en aras de cumplir los objetivos de paz y desarrollo material, económico y humano de todos los pueblos bañados por las aguas del Mediterráneo.

Según recuerda, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, "hizo una propuesta unilateral de creación de una Unión Mediterránea, que implica una refundación del Proceso de Barcelona con la intención de sentar las bases de una unión política, económica y cultural basada en el principio de estricta igualdad entre los pueblos bañados por el Mediterráneo".

Sin embargo, explicó que el planteamiento francés, "unilateral y de espaldas a la UE generó una grave actividad diplomática y un gran debate entre los distintos Estados miembros", que se saldó con un pacto y una posición común gracias a la gestión de la cancillera alemana Ángela Merkel para encuadrar la propuesta francesa en el marco de las instituciones comunitarias.

De este modo, "la futura Unión para el Mediterráneo, que debería formalizarse el próximo julio en París, contará con el pleno apoyo de todos los países miembros de la Unión Europea", añade.

En este contexto, el Gobierno, a través de su Secretaría de Estado para la Unión Europea, ha postulado la candidatura de la ciudad de Barcelona para acoger la sede de la Secretaría General del relanzado organismo, recuperando así el espíritu del Proceso de Barcelona y el interés por los asuntos mediterráneos, "bastante soslayados" en los últimos años, concluye.

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