MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ex vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha recibido un homenaje organizado por colectivos de mujeres, al que acudieron unas 200 personas, en su mayoría féminas, aunque a él también acudieron el ministro de Justicia, Francisco Caamaño y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis de Francisco. No obstante, y aunque estuvieron Leire Pajín y Cristina Garmendia, faltaron la mayoría de las ministras, según informaron a Europa Press fuentes de los asistentes.
El acto tuvo lugar el pasado 30 de noviembre en el hotel madrileño Villareal, en la Plaza de las Cortes y muy cercano al Parlamento, organizado por colectivos de mujeres progresistas.
Allí se congregaron unas 200 mujeres de numerosos colectivos, entre las que destacó la presencia de numerosas representantes de la judicatura, sobre todo magistradas de las Salas de lo Contencioso y de lo Social.
Además acudió la Fiscal de Sala de Violencia de Género, Soledad Cazorla y las vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Inmaculada Montalván, Margarita Uría, Margarita Robles y Gabriela Bravo.
Estuvieron presentes también varias diputadas del Congreso, como Carmen Hermosín, Delia Blanco, la ex ministra Elena Espinosa, la portavoz de Igualdad del Grupo Socialista en el Congreso, Carmen Montón, además e Amparo Rubiales, Carmen Alborch, Carlota Bustelo, la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso y la secretaria de Felipe González, Piluca Navarro, entre otras.
Las mujeres progresistas regalaron un reloj a De la Vega a modo de recuerdo, que le fue entregado por los dos hombres presentes en el acto, el ministro Caamaño y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.
La vicepresidenta, que dejó su cargo con motivo de la última remodelación de Gobierno llevada a cabo por José Luis Rodríguez Zapatero el 20 de octubre de 2010, dedicó unas palabras a los presentes, quienes la habían pedido previamente que siguiera con el empuje y la fuerza que siempre la había caracterizado.
La ahora integrante del Consejo de Estado admitió que siempre había tenido mucho empuje y fuerza. "Tanto que algunos se han asustado", aseveró.