Condenado a 18 años de cárcel por asesinato el marido de la 'cuinera de Sils' (Girona)

Actualizado: jueves, 25 octubre 2007 16:03

GIRONA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Girona ha condenado a 18 años de cárcel al marido de la 'cuinera de Sils', Llorenç Morell, por haber asesinado a su esposa, Consol Galceran, en julio de 2005. Finalmente el tribunal no aplicó la atenuante de confesión que había pedido el jurado popular porque reconoció el crimen una vez ya estaba detenido.

La sentencia, que se hizo pública esta mañana, recoge prácticamente en su totalidad el veredicto de culpabilidad que la semana pasada emitió el jurado popular. El tribunal tampoco aceptó la petición de la acusación particular que quería que Morell no residiera en Sils hasta como mínimo diez años después de concluir la condena.

Finalmente la sentencia le impone un delito de asesinato con traición, y también le obliga a indemnizar a los familiares de la víctima con 85.200 euros. El tribunal da como hechos probados que la madrugada del 21 de julio de 2005 Morell subió al coche con su mujer con la intención de asesinarla a cuchillazos.

LOS ANTECEDENTES.

La semana pasada un tribunal popular declaró por unanimidad culpable de asesinato con la agravante de parentesco a Morell, después de que el coche en el que ambos circulaban se estrellase contra un muro en un camino secundario de la urbanización Can Cabirol, donde vivía el matrimonio.

Los hechos se remontan a la madrugada del 21 de julio de 2005, cuando Morell, de 56 años, logró que su esposa saliera en su compañía del domicilio que compartían en la calle Montcorb de Sils. El acusado había cogido un cuchillo y lo llevaba oculto entre su ropa, según declaró probado el veredicto, que se hizo público esta tarde en la Audiencia de Girona.

El matrimonio circuló por varias calles de Sils, hasta que el coche se estrelló contra un muro en un camino situado tras el restaurante L'Era de la localidad. Según declaró probado por unanimidad el jurado, fue entonces cuando el acusado atacó premeditadamente y por sorpresa a su esposa, a quien asestó diez puñaladas por la espalda.

Tras cometer el crimen, Llorenç Morell regresó a su domicilio, donde limpió el cuchillo y ocultó las pertenencias de su esposa. El cadáver de la mujer, tendido sobre un charco de sangre junto a su coche, fue hallado hacia las seis de la mañana por un vigilante de seguridad del polígono industrial de Sils.

Cuando las autoridades fueron a casa del acusado para comunicarle la muerte de su esposa, de 55 años, éste pareció sorprendido y abatido, mostrándose también visiblemente afectado durante el entierro de la víctima. El procesado, además, explicó que su mujer llevaba 300 euros en el bolso cuando salió de casa.

De esta manera, consiguió que una de las primeras hipótesis fuese el robo, aunque posteriormente se descartó por el ensañamiento que sufrió Consol Galceran. En este sentido, el jurado declaró probado por unanimidad que el procesado obstruyó la investigación hasta que fue detenido.

Llorenç Morell consiguió llevar una vida normal hasta finales de octubre de 2005, cuando se vino abajo y reconoció ante los Mossos d'Esquadra que él había matado a su mujer, entregándoles el cuchillo con el que cometió el crimen. Por ello, el tribunal popular aceptó la atenuante de confesión.

El jurado, por otra parte, declaró probado que Morell tenía una amante, que trabajaba con la 'cuinera de Sils' en la fábrica de galletas Trias de Santa Coloma de Farners (Girona). Al parecer, el matrimonio discutía habitualmente debido a esta relación, ya que la víctima impedía que prosperase.

Tras escuchar el veredicto del jurado, la Fiscalía y la acusación particular --ejercida por el hijo del matrimonio y los padres de la víctima-- mantuvieron su petición inicial de 20 años de cárcel por un delito de asesinato para Morell, mientras que la defensa solicitó que se le condene a la pena mínima, 15 años de prisión.

Las acusaciones, además, reclamaban que el acusado no pueda acercarse a Sils durante los diez años siguientes al cumplimiento de la condena impuesta. De hecho, el suceso causó una gran conmoción en el municipio, ya que la víctima era muy conocida allí y en Santa Coloma de Farners, donde había regentado un bar.

Galceran formaba parte del colectivo 'Cuineres de Sils', que se dedica a recuperar y a catalogar el patrimonio gastronómico local. Por todo ello, pocos días después de su muerte se realizaron varias concentraciones para condenar el asesinato, a las que Llorenç Morell no asistió.