Condenado a 20 años de prisión por el asesinato de su arrendador en Granada, a quien asestó 14 puñaladas

Actualizado: miércoles, 15 octubre 2008 15:36

GRANADA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Granada ha condenado a 20 años de cárcel a un empresario de nacionalidad marroquí y 46 años, El Mostafá N., vecino de Ogíjares (Granada), por asesinar de 14 puñaladas al propietario de la nave que tenía alquilada para su empresa de productos cárnicos, en Chimeneas (Granada).

El Mostafá N., que fue declarado por un jurado popular culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento y la atenuante de confesión de la infracción a las autoridades el pasado 25 de septiembre, tendrá que pagar asimismo una indemnización de 180.000 euros a la viuda del arrendador, Carmen Moles Pérez, que ejercía la acusación particular, según el fallo de la Sección Primera de la Audiencia, al que tuvo acceso Europa Press.

En la sentencia se considera como hechos probados que el 21 de marzo de 2007, sobre las 14,00 horas, el procesado había quedado citado en la nave de productos cárnicos 'Grupo Saha Halal Al-Ándalus', en la localidad de Chimeneas, con Javier R.C., arrendador de la nave, para tratar de asuntos relativos al negocio, cita a la que Javier llegó sobre las 14,45 horas.

Una vez en el lugar, se inició entre ambos una fuerte discusión en el transcurso de la cual se empujaron mutuamente y Javier llegó a golpear en la rodilla a El Mostafá. En un momento de la discusión, según señala la presidenta del tribunal del jurado en la resolución judicial, de forma "imprevista" e "inesperada", el enjuiciado cogió un cuchillo de los utilizados en el negocio de la carnicería que había en el lugar y, con la intención de acaba con la vida de Javier, empezó a propinarle hasta 14 puñaladas que le provocaron la muerte por shock hipovolémico.

El número de puñaladas, unido a la violencia con la cual las dio y a las partes del cuerpo sobre las que impactaron, tenían como finalidad, según consta en la sentencia, hacer padecer a Javier "sufrimientos que no eran precisos para conseguir su muerte".

Tras este apuñalamiento, y sin prestar ayuda inmediata a su víctima, El Mostafá se presentó en el cuartel de la Policía Local de Santa Fe, donde manifestó que había apuñalado a una persona y el lugar donde ésta se encontraba. Javier tenía 30 años en el momento de su fallecimiento, y estaba casado con Carmen Moles Pérez.

Durante su declaración y en el uso de su derecho a la última palabra, El Mostafá N. pidió perdón a Alá y también a la familia de su víctima, si bien la viuda no aceptó ese arrepentimiento y le increpó que no podía "lavarse las manos como Poncio Pilatos".