Condenado a dos años y seis meses de prisión por clavar un cuchillo a un hombre cuya presencia le molestó

SANTANDER, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número Dos de Santander ha condenado a dos años y seis meses de prisión por un delito de lesiones a un hombre por clavar en dos ocasiones a otro un cuchillo de cocina de 15 centímetros porque le molestó que la víctima se acercara a sus dos amigos, con los que el acusado que mantenía una conversación.

Además, en concepto de responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a la víctima con 800 euros por los días de curación de sus lesiones y secuelas.

Según la sentencia, hecha pública hoy, los hechos sucedieron el 27 de abril de este año, entre las tres y las cuatro de la madrugada, en el exterior de un bar de Castro Urdiales, donde el acusado, MM.R.V., estaba conversando con dos hombres. Posteriormente se acercó al grupo un amigo de éstos últimos, hecho que molestó al acusado y que originó un incidente verbal.

Seguidamente, el acusado propinó un puñetazo en la cara a la víctima, que repelió la agresión; dada la corpulencia del hombre, el acusado sacó del bolsillo un cuchillo de cocina de 15 centímetros y se lo clavó en dos ocasiones, en el hemitorax derecho y en la zona umbilical izquierda, pese a que la víctima trató de aludir la agresión echándose hacia atrás.

A consecuencia de la agresión, el hombre sufrió dos heridas inciso-punzantes en hemitorax derecho y en la zona umbilical izquierda inferior que precisaron un ingreso hospitalario de dos días. Estuvo seis días impedido para sus ocupaciones habituales y le quedaron como secuelas dos cicatrices de dos centímetros en las zonas citadas.

La sentencia estima la atenuante de reparación del daño pero no la de drogadicción, pues afirma que no consta que el acusado estuviera afectado por tóxicos en el momento de la agresión.

También rechaza la alegación de la defensa de que el acusado utilizó el arma con ánimo exclusivamente defensivo, ya que las heridas son resultado de "clavar" el cuchillo, y la aplicación de la eximente de legítima defensa, pues se trata de "una situación clara de reyerta y agresión mutua".