Constitución.- Bono dice que la Constitución enseñó que al discrepante no hay que "ridiculizarlo" sino pactar con él

Actualizado: domingo, 6 diciembre 2009 17:04

El Congreso situará el cuadro con los siete retratos de los padres de la Constitución en su sala más grande

MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Congreso, José Bono, destacó hoy que la Constitución de 1978 enseñó que al discrepante no hay que "ridiculizarlo ni condenarlo", sino pactar con él, y que ni el sexo, la religión, el lugar de nacimiento o la historia "podría ser razón de privilegio".

Durante el discurso pronunciado en el Congreso de los Diputados con motivo del 31 aniversario de la Carta Magna, Bono destacó que la Constitución española "no fue fruto de la levedad, ni del ensalmo o la magia", sino consecuencia de la voluntad "tenaz" de llevarnos bien y de la decisión "colectiva" de bajar "el dedo acusador que algunos tenía dolorido de tanto señalar al enemigo".

El presidente de la Cámara Baja celebró que con la Carta Magna se consiguiera dejar atrás la "negra" sombra de las dos Españas y se comenzara a aprender a vivir "libres y juntos", un triunfo que atribuyó al pueblo español y a los diputados constituyentes, quienes "supieron ser generosos y fueron fiel espejo de las esperanzas del pueblo español".

NINGÚN ESPAÑOL VALE MÁS QUE OTRO

"Ciudadanos y políticos caminamos al unísono porque entendimos que ser diferentes era compatible con ser iguales --no ha nacido ni se espera al español que valga más que otro--, porque entendimos que al discrepante no había que condenarlo ni ridiculizarlo, sino pactar con él y porque entendimos que ni el sexo, la religión, el lugar de nacimiento o la historia podría ser razón de privilegio", enumeró.

"Supimos que la verdad, se proclame desde donde se proclame, es siempre un proyecto inacabado, por lo que hay que creer a los que la buscan y duda de los que ya la han encontrado", agregó en este sentido.

Bono recordó que el 24 de septiembre del próximo año se celebrará el bicentenario de la constitución de las Cortes en la Isla de San Fernando, que dos años más tarde alumbrarían la Constitución de 1812, para subrayar que en aquellas Cortes de Cádiz nació ya la España constitucional "como patria de la libertad frente al sometimiento".

En este punto, apuntó que la España constitucional "no se impone", sino que "se disfruta" y que, además, no es un edificio en ruinas "sino una comunidad de sentimientos". "Y a los diputados y políticos nos incumbe que esos sentimientos sean los mejores y más solidarios", arengó a los asistentes al acto.

MENCIÓN ESPECIAL A SOLÉ TURA

Dicho esto, el presidente del Congreso ensalzó el papel de los padres de la Constitución, haciendo especial referencia al reciente fallecimiento de Jordi Solé Tura y sin olvidarse de Gabriel Cisneros, fallecido en 2007, puesto que, según remarcó, en todos ellos se personifica "la difícil tarea del consenso, la concordia y el espíritu pacificador que impregnó su actividad en las Cortes constituyentes que inauguraron una nueva época en la historia de España".

"Época que no terminará mientras siga vigente el espíritu constitucional del 78 que obró el milagro laico de que personas como Gabriel Cisneros y Jordi Solé Tura no sólo llegaran a acuerdos, sino a ser amigos --prosiguió--. Acertaron a beber equilibradamente unas veces en la fuentes de la memoria y otras en la del olvido". De ahí que Bono los proclamara hoy "con emoción" con el deseo de "saber imitarlos".

Durante su alocución, Bono recordó a los asistentes que el cuadro con los siete retratos de los padres de la Constitución se ubicará finalmente en la Sala Internacional, la más grande del Congreso, que pasará a llamarse Sala Constitucional.

Se trata de un políptico, de aproximadamente 1,30 metros de alto por siete metros de ancho, realizado en pintura acrílica en lienzo por Hernán Cortés Moreno. El cuadro es un compendio de los retratos individuales de los llamados siete 'Padres de la Constitución': Gabriel Cisneros, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez Llorca, entonces por la UCD, Gregorio Peces-Barba por el PSOE, Manuel Fraga Iribarne por Alianza Popular, Jordi Solé Tura por PCE-PSUC y Miquel Roca Junyent por CiU.

El cuadro fue encargado la pasada legislatura por la Mesa del Congreso presidida por Manuel Marín, que también puso el nombre de los ponentes a siete salas de las dependencias parlamentarias.

RETRATOS INDIVIDUALES PERO INSEPARABLES

La obra ha sido concebida como un equilibrado conjunto en el que ninguna de sus partes resalte sobre las demás y que, por tanto, no pueda ser desgajada en piezas individuales sin pérdida de su identidad. La elección de un políptico de siete piezas permite que se respete la singularidad de cada retrato, y que a su vez todos los ponentes de la Constitución sean retratados en un plano de igualdad.

Además, el autor ha pretendido reflejar el espíritu constructivo y la voluntad de entendimiento que, en opinión de sus protagonistas, caracterizaron las reuniones de trabajo en las que se elaboró la Constitución Española de 1978.

El cuadro se mostró hoy por primera vez en el Vestíbulo de Isabel II y allí podrá ser contemplada durante las Jornadas de Puertas Abiertas, que se celebran mañana y pasado, por todos los ciudadanos que decidan acercarse a conocer el Palacio del Congreso de los Diputados. Ese Vestíbulo de la Reina también mostrará por primera vez el mosaico restaurado que forma su pavimento.