Crónica La política en clave autonómica centra el debate "histórico" entre los líderes de PPdeG, PSdeG y BNG

Actualizado: jueves, 28 febrero 2008 1:27

Touriño y Feijóo escenifican la lucha bipartidista, frente a los intentos de Quintana por fijar el mensaje nacionalista

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los líderes de PPdeG, PSdeG y BNG, Alberto Núñez Feijóo, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, centraron en cuestiones de carácter autonómico el "debate histórico" que celebraron hoy en la TVG con motivo de las elecciones generales del próximo 9 de marzo, las últimas antes de los comicios gallegos que tendrán lugar en 2009.

Así, alguno de los momentos más intensos de los 70 minutos de debate se refirieron a la frustrada reforma del Estatuto gallego y a las vías para incrementar el autogobierno; al mapa de infraestructuras, con el AVE como principal punto de discrepancia; y a cuestiones de política social relacionadas con las pensiones, el acceso a la vivienda y la puesta en marcha de la Ley de Dependencia.

Tanto el secretario xeral del PSdeG como el portavoz nacional del BNG reclamaron a Núñez Feijóo que aclare si pretende "seguir vetando" la reforma estatutaria en Galicia, a lo que el presidente de los populares gallegos replicó que se llevará a cabo "cuando quieran", siempre que se respete la Constitución. En concreto, instó a Touriño a que avance si va a pactar con la fuerza mayoritaria o con quien pide un Estatuto de Nación.

El bloque de autogobierno fue uno de los que provocó mayores puntos de fricción entre el presidente de la Xunta y el jefe de la oposición, que acusó a Touriño de haber roto un pacto entre ambos para reformar el Estatuto en clave de que Galicia era "nacionalidad histórica o región". Frente a ello, el dirigente socialista aseguró que PSdeG y BNG plantearon "un texto común moderado y razonable", que el popular rechazó porque el presidente del PP nacional, Mariano Rajoy, "no se lo dejó hacer y una vez más le falló a Galicia".

El vicepresidente de la Xunta, que fue el último en llegar al lugar del debate pese a que se había pactado que lo hiciese en segundo lugar, justo antes de Touriño, intentó terciar en la polémica reclamando a ambos políticos que se pronunciasen sobre si "votarán en Madrid lo mismo" para apoyar la transferencia a Galicia de la competencia en gestión de tráfico y seguridad vial, tal y como hicieron en el Parlamento gallego. Además, también reivindicó el apoyo de populares y socialistas para solicitar el traspaso de salvamento marítimo. Sin embargo, ni Touriño ni Feijóo respondieron al requerimiento.

CARA A CARA TOURIÑO-FEIJÓO.

Precisamente, las principales controversias del debate se dieron entre Touriño y Feijóo, convirtiéndose en un cara a cara entre el presidente de la Xunta y el líder de la oposición, a pesar de los intentos de Quintana de otorgar protagonismo al mensaje nacionalista. La única apelación que Touriño y Feijóo dirigieron al responsable nacionalista partió del popular, quien aseguró que los traspasos están "congelados" y recordó que, pese a ello, el BNG respaldó en el Congreso a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

Otro de los momentos en que Touriño y Feijóo se enfrentaron fue al respecto del debate entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro. Así, el presidente del PP gallego apostó por "cambiar el equipo económico de un gobierno que no se tomó en serio la economía" y por "traer uno nuevo", a lo que el líder del PSdeG le replicó que "parece una propuesta bastante extraña" tras el debate entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro.

Así, le replicó a Feijóo que Pizarro "multiplicó su indemnización millonaria y el dinero que se llevó de Endesa", ante lo cual el popular aprovechó su siguiente turno de palabra para contestarle que "Solbes duplicó los precios y Pizarro duplicó el valor de todas las acciones de los pequeños accionistas de Endesa".

En materia de infraestructuras, Touriño revindicó la inversión del Gobierno central en las infraestructuras gallegas durante los últimos cuatro años, y el portavoz nacional del BNG también la defendió, aunque la atribuyó a la presencia "decisiva" de la formación frentista en Cortes. Por su parte, el presidente del PPdeG censuró el incumplimiento del Plan Galicia aprobado por el Gobierno Aznar tras la catástrofe del Prestige.

En cuanto a políticas sociales, el jefe del Ejecutivo gallego ironizó al respecto de una cita del presidente del PP para destacar que "la niña de Mariano Rajoy" debe saber que en Galicia tendría libros gratis, comedor gratuito, acompañante escolar y podría estudiar en el verano inglés en Inglaterra, frente a lo cual Núñez Feijóo replicó que Rajoy "no tiene niñas, tiene niños" y denuncio el deterioro de la sanidad y la educación en Galicia. Por su parte Quintana centró su intervención en los mayores y los dependientes.

CARÁCTER INSTITUCIONAL.

En todo momento, el secretario xeral del PSdeG evitó la confrontación cuerpo a cuerpo con sus rivales y mantuvo un carácter marcadamente institucional, de tal forma que sólo en el turno de cierre reclamó el voto para su formación "para que Galicia siga avanzando con un Gobierno socialista en España".

Quintana, sin embargo, apostó por fijar mensaje político a lo largo de sus intervenciones, en las que insistió en que Galicia necesita "una presencia decisiva del BNG en las Cortes". En su turno de cierre apeló a Castelao para solicitar a los gallegos que el 9 de marzo se decidan por "el heroísmo de convertir las ideas en hechos" para que Galicia sea "dueña de sí y con más capacidad de decisión en Madrid".

Por su parte, Núñez Feijóo se centró en resaltar las promesas "incumplidas" del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con Galicia y dirigió sus principales ataques al líder socialista, aunque también arremetió contra Quintana por defender lo invertido por el Gobierno socialista en la comunidad pese a haber dejado sin ejecutar, según sus cálculos, 2.000 millones de euros.

Tanto Feijóo como Touriño emplearon tablas de datos en sus intervenciones, mientras que Quintana enarboló una fotografía de una manifestación convocada por la plataforma 'Nunca Máis' en Madrid a raíz de la catástrofe del 'Prestige'.