MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Todos los partidos minoritarios del Congreso mantuvieron hoy la misma postura ante la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno que ya expresaron en la primera votación, que tuvo lugar el pasado martes. Zapatero, quien recibió la felicitación los portavoces, escuchó también por boca de todos una predisposición a llegar a acuerdos durante la legislatura. Sólo hubo una excepción, la de la diputada de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, que no hizo ninguna mención en ese sentido.
Los representantes de CiU, PNV, ERC, IU, ICV, BNG, Coalición Canaria, UPyD y Nafarroa Bai utilizaron sus respectivos turnos para explicar que ratificaban su voto de 48 horas antes porque no se ha producido ningún cambio en estos dos días y sintetizar los discursos que ya pronunciaron durante el debate de la primera sesión de investidura.
Así, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, desgranó de nuevo sus recetas para hacer frente a la crisis económica, reclamó a Zapatero que cumpla su compromiso y le permita dialogar con el ministro de Economía en funciones, Pedro Solbes, antes de que se publiquen las balanzas fiscales y le volvió a agradecer que haya aceptado estudiar el trasvase del Ródano.
Desde el PNV, Josu Erkoreka, dejó claro que su formación no renuncia a "influir en la agenda gubernamental" y que sigue empeñada en alcanzar un acuerdo para la normalización política de Euskadi con el nuevo Gabinete que forme Zapatero, pese a considerar que el candidato socialista "carece de un proyecto" para el País Vasco. "La nuestra es una abstención comprometida, proactiva y constructiva que entraña un doble significado: crítico y esperanzador", resumió.
En nombre de ERC, Joan Ridao, insistió en que Zapatero ha evidenciado su deseo de "perder de vista el álbum de fotos de la anterior legislatura" por lo que su grupo no tenían otra opción que volver a votar en 'no' en la sesión de hoy. Tras lamentar que el candidato haya "sepultado la españa plural" y apueste ahora por recuperar el "viejo esquema recentralizador del felipismo", recalcó que su "de entrada no", no "cierra ninguna puerta" a posibles coincidencias durante la legislatura. En cualquier caso dio su "enhorabuena" a Zapatero y le deseó "suerte".
LLAMAZARES, "DESDE LA MODESTIA Y EL ORGULLO".
El diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se reafirmó en la abstención fundamentalmente, dijo, porque Zapatero no ha pretendido más apoyo que el de sus 169 diputados. Además, avanzó que en esta legislatura, "que se anuncia con mar de fondo", defenderá sus planteamientos "desde la modestia" del lugar que ocupa en la Cámara, pero también "desde el orgullo de representar a más de 800.000 votantes y de ser de IU, la tercera fuerza política del país".
Por su parte, el diputado de ICV, Joan Herrera, avisó al candidato de que, tras su abstención, será exigente con el despliegue del Estatuto catalán, le reprochó su falta de claridad sobre las centrales nucleares y sus escasas concreciones en materia de derechos sociales, pero se mostró abierto a futuras colaboraciones.
En representación del Bloque Nacionalista Galego, que volvió a abstenerse, su portavoz, Francisco Jorquera, advirtió a Zapatero de que había equivocado su estrategia al no buscar acuerdos para salir investido con un mayor respaldo. "No hubiera sido someterse a hipotecas, sino demostrar capacidad de dialogo y colaboración", le espetó, para reiterar a continuación las reivindicaciones que ya planteó a principios de semana.
"QUE LA FUERZA LE ACOMPAÑE"
"Felicidades y que la fuerza le acompañe", concluyó su intervención la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, quien repitió su disposición a tender puentes con el futuro Gobierno si Zapatero pasa "de las palabras a los hechos" respecto a sus compromisos con Canarias.
Igualmente, se mantuvo en la abstención la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, quien justificó su voto por la decisión de Zapatero posponer la búsqueda de posibles acuerdos parlamentarios. "Con Nafarroa Bai habrá momentos de encuentro, pero también de desencuentro y espero que estos sean los menos", comentó.
Quien no habló expresamente de un posible entendimiento con el PSOE en los próximos cuatro años fue la diputada de UPyD, Rosa Díez, que subió a la tribuna para reiterar que actúa "tan libre de prejuicios como de complejos" y reafirmarse en su 'no' a la investidura porque, según dijo, UPyD "no puede apoyar un candidato que niega la discriminación que sufren decenas de miles familias que no pueden escolarizar a sus hijos en la lengua castellana, la del Estado, la que es todos". "Le deseo lo mejor para el próximo Gobierno porque será lo mejor para toda España", dijo no obstante.
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