BARCELONA 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao, replicó hoy al presidente de CiU, Artur Mas, que él era el presidente que José Luis Rodríguez Zapatero quería para Catalunya y "no Montilla o Maragall".
Al intervernir en la segunda sesión del debate de política general, insistió en que ERC apoya al Govern "no a cambio de un sueldo", como insinuó Mas, sino para construir una Catalunya "plenamente nacional que supere el empate indefinido de la Catalunya de los dos colores" y una sociedad "más justa socialmente". Para ello, vio necesario un catalanismo "más transversal, de masas".
En este sentido, preguntó a Mas si lanzaría la misma acusación en caso de que ERC hubiese apoyado a CiU para formar gobierno. También le reprochó sus críticas "un pelo fáciles y ácidas" recordándole que su partido apoyó los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2007, mientras que ERC mantuvo su enmienda a la totalidad.
Ridao se refirió al discurso "edificante y lleno de optimismo" que pronunció ayer el presidente de la Generalitat, José Montilla, y coincidió con él al afirmar que "las cosas se han hecho razonablemente bien".
Aunque aseguró que no se puede ser "triunfalista" porque Catalunya tiene también "muchos problemas", consideró que "no está justificado este derrotismo permanente y la pulsión autodestructiva" de CiU, pues así "no se construye absolutamente nada". "El pesimismo siempre viene de la derecha", constató parafraseando al escritor Joan Fuster.
El portavoz republicano repasó la "buena" situación económica, creciendo un punto por encima de la media de la Europa de los 25 en el primer trimestre de 2007. La tasa de ocupación, además, es del 71%, por encima de los objetivos de la Agenda de Lisboa.
Además, incidió en que Catalunya es la primera comunidad autónoma en generar ocupación estable, y el sector industrial catalán está recuperando su fuerza, yendo hacia un modelo tecnológico mucho más avanzado.
En clave social, señaló que el Govern ha mejorado el bienestar y la cohesión con un presupuesto de "clarísima orientación social", impulsando también la proyección exterior de la lengua y cultura catalanas.
NUEVO MARCO DE FINANCIACIÓN.
A pesar de que opinó que el acuerdo alcanzado entre Generalitat y Gobierno sobre inversiones es "positivo", Ridao constató que "no podrá compensar el abandono crónico" que ha sufrido Catalunya por parte de España.
Según Ridao, todos los servicios públicos que dependen de la Generalitat funcionan, pero sí existe un clima de "desconcierto" provocado por un sistema de financiación "injusto, no equitativo y que engulle más del 10% de la riqueza" catalana.
El problema --dijo-- no es de "autonomía política, sino de administración pública", por lo que culpó a todos los gobiernos del Estado por la situación que vive Catalunya, repartiendo responsabilidad también a los gobiernos catalanes por su falta de exigencia y sin hacer "excepciones".
Joan Ridao repasó las cifras de inversión "pavorosas" en Catalunya, y remarcó que hay 500 kilómetros de red básica viaria congestionada, y en siete de cada diez autopistas se cobran peajes, cuando en el resto de España se reduce a dos.
Además, comparó el crecimiento "faraónico" del aeropuerto de Barajas con el de El Prat, que ha tenido que esperar "años" para su ampliación, con una gestión centralizada que le resta competitividad".
Y es que para Ridao, tanto el PP como el PSOE están apostando ahora por una España "centralizada, radial y a la francesa", mientras Catalunya tiene un déficit fiscal de 20.000 millones de euros al año.
Para cambiar la situación, apostó por ir todos juntos --agentes políticos, sociales y económicos-- para luchar contra la "lluvia ácida constante que erosiona" al Govern con la lentitud de los traspasos, las leyes básicas invasoras y la centralización del gasto social. La mejor "palanca" es, según Ridao, los 41 diputados catalanes en el Congreso.