SANTANDER, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las defensas de los dos condenados por el asesinato del profesor de Santa María de Cayón, Borja Obregón, a los que se impuso una pena de 18 años de cárcel para cada uno, destacaron hoy la falta de pruebas contra Emilio A.G. y Rubin Nelson L.P., y pidieron que se tuviera en cuenta la confesión como atenuante para rebajar la condena de ambos, lo cual fue aceptado por la Fiscalía en el caso del colombiano.
En la vista de apelación a la sentencia de la condena, celebrada esta mañana en la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), la defensora de Emilio A.G. pidió la revocación de la condena y la rebaja de la misma a homicidio, ya que a sus ojos "no existe una sola prueba que justifique la alevosía".
La letrada sustentó su argumentación en una sentencia del Tribunal Supremo posterior al fallo de la Audiencia Provincial que condenó a su defendido por el asesinato de Borja Obregón, y que según explicó la abogada defensora, "descarta" que se aplique la alevosía cuando, como en el caso del crimen de Borja Obregón, "hay un enfrentamiento o una riña previa, aunque sea verbal".
Según se estableció en el veredicto del jurado que enjuició el crimen el pasado mes de junio, el día de su muerte, el profesor había sido citado por Emilio A.G. en un garaje de su propiedad para, entre otros motivos, hablar con él de la relación que tenía con la mujer del procesado, que era compañera suya de trabajo, lo cual desencadenó una discusión entre ambos. A este respecto, según el argumento de la letrada de la defensa, la alevosía no debería haberse aplicado en este caso.
La defensa de Emilio A.G. hizo hincapié en la "falta de motivación" del tipo delictivo impuesto, y censuró que en la sentencia de la Audiencia "se deja un silencio absoluto" sobre esta cuestión.
Cuestionó que no se recurriera a las declaraciones de su patrocinado durante la instrucción, y solicitó que le imponga la atenuante de confesión, al entender que éste mantuvo una actitud "colaboradora" con la investigación.
ATENUANTE DE CONFESIÓN.
Por su parte, la defensa de Rubin Nelson L.P. pidió su absolución apelando al principio de "presunción de inocencia" puesto que, a su entender, éste fue condenado "sin prueba alguna". "Los únicos que conocen lo que ocurrió en ese garaje son Emilio y el fallecido, que lamentablemente no está aquí ya", remachó.
De este modo, el letrado subrayó que Emilio A.G. "ha sostenido reiteradamente y de forma continuada" que Rubin Nelson L.P. "no intervino en los hechos", por lo que "no hay pruebas de cargo que desvirtúen la presunción de inocencia", aseveró.
En cualquier caso, cuestionó que se le condenara como "cooperador necesario" para los hechos, con la misma pena que Emilio A.G., dado que, según apuntó, en el veredicto del jurado se recoge que la participación de Rubin Nelson se centró "solamente en ayudar a cargar el cuerpo en el vehículo para su traslado", una acción "ya posterior" a la muerte del profesor.
Sostuvo que Rubin Nelson L.P. "no sabía de antemano que Emilio había quedado con Borja", por lo que "difícilmente puede haber acto delictivo compartido". Por otro lado, solicitó que se le aplicara la atenuante de confesión, pues éste "acudió a la Guardia Civil cuando todavía no había investigaciones contra él".
ACUSACIONES.
El Ministerio Fiscal reconoció la atenuante de confesión en el caso de Rubin Nelson L.P., motivo por el cual había interpuesto también recurso contra la sentencia. Rechazó la "falta de motivación" en la pena alegada por la defensa de Emilio A.G., y afirmó que "no se puede exigir a un jurado el rigor lógico de un juez profesional". Defendió la existencia de pruebas, y en este sentido reivindicó la validez probatoria de las declaraciones sumariales.
En cuanto a la agravante de alevosía, consideró que está cualificada por "la utilización de la cinta o la cuerda, por parte de Emilio, cuando Borja estaba en el suelo y en una situación de mayor indefensión". Además, negó que en el caso de este acusado se produjera colaboración con la investigación.
El abogado de la acusación particular se opuso a la atenuante de confesión en Rubin Nelson L.P. Defendió la coautoría de este acusado en el crimen ya que, a su entender, su "colaboración" de vigilar el garaje para que no se acercara nadie fue "coetánea" a la muerte del profesor, y no posterior como argumentó la defensa.
El representante de la acusación particular enfatizó que "la alevosía existe" y "está perfectamente motivada", y rechazó la atenuante de confesión en Emilio A.G., porque su colaboración sólo se produjo "sabía que el proceso iba en su contra", según matizó.