Díaz-Pintado dice que Acebes ordenó una investigación paralela a la de ETA tras conocer que no era Titadyne

Actualizado: miércoles, 11 abril 2007 17:56


MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

El subdirector general operativo, número dos del director general de la Policía en el momento de los atentados, Pedro Díaz-Pintado, aseguró hoy ante el tribunal que el ministro del Interior de aquella época, Angel Acebes, ordenó que se abriera una línea de investigación paralela a la de ETA después de conocer, en la tarde del día 11 de marzo de 2004, que el explosivo utilizado no era Titadyne.

Díaz-Pintado explicó que la información sobre el tipo de dinamita con el que se habían fabricado las bombas que explosionaron en los trenes de cercanías procedió del comisario general de Seguridad Ciudadana que le comunicó en persona que el Titadyne estaba "descartado" porque "dentro de sus componentes no tiene nitroglicerina". "Se trata de algún tipo de dinamita sin identificar", le dijo el mando policial, según relató.

"Le miré extrañado y se lo comuniqué al director general (Agustín Díaz de Mera)", indicó. La sorpresa descrita por Díaz-Pintado se produjo porque durante la mañana de ese mismo día el comisario general le había confirmado por teléfono, coincidiendo con una reunión policial operativa que el explosivo utilizado era "Titadyne con cordón detonante". "Le pregunté: '¿seguro?'. Me contestó: seguro", relató el testigo.

El ex subdirector general operativo destacó que en aquel momento valoraron el error como un fallo humano y así se lo transmitieron al ministro, que preguntó por los motivos de esa equivocación. Además de este nuevo dato sobre la dinamita informaron a Acebes de la localización, en una furgoneta Renault Kangoo encontrada en Alcalá de Henares, de una cinta con caracteres árabes. Ante estos nuevos componentes de la investigación el entonces ministro del Interior ordenó que se mantuvieran las dos líneas de actuación citadas.

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza preguntó al mando policial si durante los dos meses y medio posteriores a los atentados en que Díaz-Pintado continuó ocupando su puesto, había tenido constancia de alguna información dirigida a sostener que ETA había cometido la masacre.

LA TEORIA DE ETA, NO ACREDITADA

El testigo contestó que no conoció ningún dato que acreditara esta teoría y que "todo" fue indicando que "eso fue lo que fue". Añadió, respecto a la existencia de vínculos entre ETA e islamistas que lo único sobre lo que ha tenido referencia ha sido lo aparecido en lo medios de comunicación y recalcó que no ha tenido "en absoluto" informaciones sobre la existencia de un informe que establezca estas relaciones.

Además, puso de manifiesto el peligro existente de comisión de un nuevo atentado en los días siguientes al 11 de marzo y dijo recordar "con angustia" las conversaciones mantenidas entonces con el comisario general de información. "Nadie sabe la suerte que hubo", indicó en referencia al artefacto colocado en la vía del AVE Madrid-Sevilla a la altura de Mocejón (Toledo). "Estábamos realmente nerviosos", añadió.

A este respecto puso de manifiesto que la alarma era de tal magnitud que se decidió la puesta en marcha de un dispositivo especial de vigilancia en la zona sur de la Comunidad de Madrid el día 13 de marzo "a pesar de que era sábado". "Esto no suele ser habitual", destacó.

El ex subdirector general ofreció más precisiones sobre el avance en la investigación de los explosivos y explicó que se determinó que tanto el explosivo encontrado en la furgoneta Kangoo como el hallado en la madrugada del 11 al 12 de marzo en una mochila encontrada en la comisaría del distrito de Vallecas era "Goma 2 ECO". "El explosivo de la bolsa coincide con el de la furgoneta y es Goma 2 ECO", dijo.

Añadió que a pesar de este dato no se descartó la línea de investigación relacionada con ETA aunque reconoció que aparecían elementos que "hacían que la investigación se derivara hacia otros lugares".

La intensificación de la línea de investigación islamista se produjo el día 13, con la detención del acusado Jamal Zougam, que regentaba una tienda de telefonía móvil y a quien un comercio de Alcorcón había vendido un lote de tarjetas, entre ellas, la localizada en el artefacto de Vallecas, agregó. Aún entonces se mantuvieron las dos líneas de actuación, precisó.