MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Dirigentes del PSOE que participan hoy en el Comité Federal del partido dejaron claro a su llegada a la sede socialista de Ferraz que apoyan la política económica del Gobierno y en concreto su anunciada subida de impuestos, pero señalaron además que en el seno del PSOE se combina el apoyo al Ejecutivo con el debate entre distintas "sensibilidades".
"El PSOE es un partido en el que se debate y todas las posiciones son escuchadas, forma parte de nuestra seña de identidad, de nuestro código genético", afirmó la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
"Vengo a decir la verdad, el partido no está tan mal como algunos quieren hacer creer, sino todo lo contrario", declaró a su llegada a Ferraz el lehendakari, Patxi López. El secretario general del PSE destacó que el PSOE está haciendo frente al principal problema del país, que es la crisis económica. En esta línea, apuntó que para ello el Gobierno "necesita recursos" y esos recursos salen de los impuestos.
Por su parte, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, afirmó que "siempre hay sensibilidades y maneras de pensar, como es natural en un partido donde cada uno opina en libertad", pero añadió que "este partido tiene la tendencia de, en momentos de dificultad, estar junto al Gobierno". Este 'barón' se mostró convencido de que el Comité Federal dará su apoyo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero no por "ninguna consigna" sino por un "sentido común" de que "no se puede dejar de apoyar al gobierno en momentos de dificultad".
También el presidente castellano-manchego, José María Barreda, se mostró convencido de que así será pero llamó a "no precipitar las cosas" porque él mismo prevé hablar en el comité en función de lo que diga Zapatero en su intervención inicial.
REFORMA "TEMPORAL Y MUY LIMITADA"
Por su parte, la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, aseguró que "todos los socialistas" confían en Zapatero y también muchos ciudadanos, de modo que no ve "motivo para la polémica". Añadió que en el partido no ha "oído a nadie que discrepe" de los planes de reforma fiscal que, por otro lado, aún se está discutiendo y que en todo caso será "temporal y muy limitada".
La reforma fiscal la apoyaron también el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu: "Necesitamos recursos públicos para afrontar las políticas sociales", dijo cuando se le preguntó por la oposición a la subida de impuestos expresada por el consejero catalán de Economía, Antoni Castells, que no acudirá al Comité.
Hereu adelantó que en el Comité aprovechará para pedir recursos para los ayuntamientos, aunque el Gobierno no prevé afrontar la reforma de la financiación local hasta 2011. El alcalde recalcó que para hacer frente a la crisis hace falta la "plena implicación" de las ciudades y pueblos y para ello deben tener "los recursos adecuados". A su juicio, esto podría afrontarse "flexibilizando en parte el plan E" y "estructurando medidas para 2010 tal vez a cuenta de transferencias futuras" cuando la economía esté mejor.
La reforma fiscal también recibió el apoyo de Bibiana Aído --"por supuesto que sí"-- y del portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, que destacó el respaldo que las intervenciones en política económica han recibido en el Congreso.
