EB cree que la decisión del TSJPV "es mas propia de una caza de brujas que de un Estado de Derecho"

BILBAO 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de la Presidencia de Ezker Batua-Berdeak, Mikel Arana, consideró hoy que la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) de mantener abierta la causa contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares, por reunirse con Batasuna, "es más propia de una caza de brujas que de un Estado de Derecho".

En un comunicado, Arana manifestó que el hecho de que se hayan desestimado los recursos de apelación interpuestos por la representación legal de Ibarretxe, de los miembros del PSE-EE y de los de Batasuna "constituye un paso más en la estrategia que este órgano judicial mantiene contra el diálogo político y democrático".

El dirigente de izquierdas aseguró que "la posición del TSJPV carece de rigor jurídico, no tiene ningún fundamento legal y responde a un intento claro de politizar la acción de la justicia, respondiendo, así, a los intereses del Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, que se oponen a promover una solución al llamado conflicto vasco en clave de acuerdo y consenso a través del diálogo".

Asimismo, recordó que "hablar no puede ser considerado un delito en democracia" y señaló que, "si todas las formaciones políticas, instituciones y agentes sociales que han mantenido conversaciones, no sólo con Batasuna sino también con ETA, estuviesen sometidas a la acción de la Justicia, no habría Tribunales suficientes en el Estado Español para poder llevar adelante estos procesos".

En este sentido, pidió que "se tome en consideración la posición de la Fiscalía y se archive esta causa que nunca debió ser admitida a trámite". Además, se preguntó "cuáles son los móviles que se esconden tras la actuación del TSJPV y cuál es el interés de este órgano por sentar en el banquillo de los acusados a quienes se han entrevistado con Batasuna con el único objetivo de alcanzar la paz y la normalización política".

Por último, manifestó que se trata de "una caza de brujas y un proceso más propio de la inquisición que de un Estado de Derecho" y mostró su preocupación "ante el objetivo que subyace en esta causa".