MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha apelado este miércoles a la "responsabilidad de Estado" de Ciudadanos para pedir a este partido que se abstenga para permitir un Gobierno del PSOE y la formación morada, una vez que se compruebe que, programáticamente, Podemos y Ciudadanos son incompatibles.
Es más, cree que esa no es "una hipótesis tan descabellada", teniendo en cuenta que Ciudadanos es la cuarta fuerza política en el Congreso y que hay a quien le ha parecido razonable pedir la abstención de Podemos, que es la tercera.
"Creo que Ciudadanos es un partido que está demostrando responsabilidad de Estado y siendo la cuarta fuerza política no sería algo tan extraño que colaborase con su abstención a desalojar al PP, que todos estamos de acuerdo que para regenerarse debería pasar una temporada sin gestionar grandes cantidades de dinero público", ha argumentado.
Así, en una entrevista en Cope, recogida por Europa Press, ha precisado que esta será una de las vías que explorará Podemos en sus reuniones con PSOE y Ciudadanos.
Echenique confía en que Ciudadanos pueda llegar a plantearse esta opción a pesar de que ahora el partido de Albert Rivera está "en un punto de inflexibilidad", después de que su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, haya dicho este miércoles que con su acuerdo con el PSOE ya han llegado al límite de sus cesiones.
Para el dirigente de Podemos, es curioso que Ciudadanos diga esto después de haber dicho que ese pacto incluía un 80 por ciento de su programa electoral. "Nosotros sí estamos dispuestos a ceder y a lo mejor alguno de los puntos del acuerdo (PSOE-Ciudadanos) se puede mantener, por qué no", ha añadido.
ALGUNOS PUNTOS PUEDEN "ENCAJAR" CON PODEMOS
De hecho, cree que la abstención de Ciudadanos puede conseguirse porque hay puntos de su acuerdo con el PSOE que pueden "encajar" con Podemos, en especial los relativos a regeneración democrática.
"No creo que haga falta desechar todos los puntos de ese acuerdo", ha dicho, pero ha insistido en que lo que no es posible es sentar en la misma mesa del Consejo de Ministros a personas con concepciones "antagónicas" de la política económica.