MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional suspendió hoy el 'macrojuicio' que celebra contra el supuesto entorno de ETA por la enfermedad del procesado José Antonio Díaz Urrutia, quien padece una pancreatitis, informó la asociación Dignidad y Justicia.
Al comienzo de la sesión de hoy, el abogado del procesado, Kepa Landa, pidió la suspensión de la vista oral, a lo que el tribunal accedió y fijó la reanudación para mañanaque se reanudará mañana. Además, la Sección Tercera de lo Penal acordó pedir informes al médico forense del Hospital de Cruces de Bilbao, que realizará pruebas médicas al acusado.
El fiscal Enrique Molina solicita una pena de 12 años de prisión para Díaz Urrutia, a quien acusa de un delito de integración en organización terrorista por su labor como dirigente de KAS, considerada por el Ministerio Público el brazo político de ETA.
Desde que comenzó el 'macrojuicio', a finales del pasado mes de noviembre contra 59 acusados (aunque ahora, por diversos motivos, son 54), ha sido suspendido en diversas ocasiones por la enfermedad de algunos de los procesados.
Así, el pasado 25 abril falleció el dirigente de la izquierda 'abertzale' y ex miembro de la Mesa Nacional de HB Jokin Gorostidi tras sufrir un paro cardíaco. El fiscal solicitaba para él 15 años de prisión por integración en ETA, acusado de ser uno de los responsables del presunto aparato internacional de la banda, la Asociación Europea Xaki.
Asimismo, el tribunal acordó juzgar por separado al procesado Iñigo Elkoro, ex responsable de Xaki y Gestoras Pro-Amnistía, quien fue operado por una crisis intestinal. El fiscal pedía para él 12 años de prisión por integración en banda armada por su presunta participación en esa misma organización Xaki.
El 'macrojuicio' también ha sido suspendido por diferentes enfermedades de otros procesados como Mikel Egibar Mitxelena, o de la abogada defensora Arantza Zulueta.
El fiscal solicita para los acusados penas que oscilan entre los 12 y los 51 años de cárcel por delitos de integración y colaboración con organización terrorista, falsa contabilidad, insolvencia punible, contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social.
Todos ellos, según el Ministerio Público, pertenecían a organizaciones del entramado de ETA como KAS y su sucesora Ekin (a las que considera el brazo político de la banda), el diario Egin y su editora Orain (que supuestamente aportaban información a ETA y justificaban su actividad violenta), Xaki (presunto aparato internacional de los terroristas) y la fundación Joxemi Zumalabe (a la que acusa de coordinar la desobediencia civil según directrices de la organización terrorista).
