BILBAO, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de ELA, José Elorrieta animó hoy a "dar por finiquitado el discurso de la transversalidad" y recomponer la "suma soberanista" que supuso el acuerdo de Lizarra-Garazi. Además, defendió la consulta como "referente fundamental" para un proceso soberanista y afirmó que su materialización implicará una "necesaria confrontación política y social con el Estado".
Ante los más de 600 delegados congregados con motivo del XII Congreso de ELA, y en su última jornada como máximo dirigente de la central nacionalista, Elorrieta aseguró que la acumulación de fuerzas soberanistas "no tiene alternativa" y recordó que en 1997, proclamó que "ETA sobra y estorba", y que "el Estatuto está muerto". "Pretendíamos con ello subrayar que un proceso soberanista debía arrancar partiendo de esta doble constatación; que era preciso aunar fuerzas para superar el actual marco jurídico vigente", dijo.
Defendió esta idea ante la falta de voluntad del Estado español de "respetar el ámbito vasco de decisión" y no dar "una salida democrática al llamado contencioso vasco". "El marco estatutario nos otorga un limitado y reversible nivel competencial, da a la partición territorial un carácter estructural e impide pasar sin ruptura a otro estadio político", indicó.
No obstante, advirtió de que "la lucha armada no es ninguna vía para la emancipación nacional" sino "todo lo contrario, es un serio obstáculo".
Para Elorrieta, en el tiempo transcurrido desde que la central realizara ese diagnóstico, se han producido "distintas coyunturas", entre las que destacó, como más positiva "la que propició la declaración de Lizarra-Garazi" porque "sentaba las bases para abrir un proceso de acumulación de fuerzas en clave civil y democrática".
"Nos parece que éste puede ser un hilo conductor para hacer una valoración de lo que ha acontecido en el campo de la política vasca en este cuatrienio, que prácticamente arrancó con dos propuestas: Anoeta, por una parte, y la llamada 'hoja de ruta' del lehendakari, por otra", manifestó.
Para Elorrieta, ambas iniciativas "han dado prioridad y carácter estratégico" al denominado "acuerdo transversal" de forma que ambos "han obviado casos la irreductible posición del Estado en lo concerniente a la soberanía, una posición que no va a cambiar si no se da, precisamente, una modificación de la correlación de fuerzas, para lo cual es necesario superar planteamientos unilaterales".
MLNV, GRAVE ERROR
El todavía líder de ELA aseguró que "la constante exigencia del MLNV de pretender resolver simultáneamente conflicto militar y conflicto político" constituye "un grave error" porque "ambos requieren ritmos y sujetos distintos". "Ello no significa relativizar la importancia que tiene un acuerdo de paz, las dificultades que tal acuerdo conlleva e, incluso, las exigencias de naturaleza política derivadas del mismo. En todo caso, el final del ciclo armado es de absoluta urgencia y prioridad", precisó.
Por otra parte, consideró que la 'hoja de ruta' del lehendakari, planteó al Estado "un desafío con varias incoherencias de fondo sustanciales", la primera de ellas, "agotar prácticamente toda la legislatura para verificar lo ya verificado: la nula voluntad del estado para cualquier acuerdo o cambio".
También defendió que la iniciativa de Ibarretxe planteó ese "desafío" sin haber resuelto en su propio ámbito político "el debate entre soberanismo y estatutismo".
Asimismo, censuró que realizara una gestión de gobierno que, "lejos de concitar una suma política y social", se ha caracterizado "por un perfil neoliberal, al dictado de determinadas élites económicas, violando además reglas de juego e iniciando procedimientos administrativos abiertamente hostiles a la mayoría sindical vasca". "No es ninguna exageracióndecir que el Gobierno Vasco en estas cuestiones nos trata como sus enemigos interiores", aseguró.
Elorrieta cree que Ibarretxe no ha efectuado una "defensa firme" del actual nivel de autogobierno, sino que ha asumido "por ejemplo, flujos financieros de transferencias pendientes, dando por bueno que la gestión de dichos fondos sea conforme a los criterios marcados desde el Estado".
"Si decepcionante ha sido la decisión de ETA de volver a las armas ante el fallido proceso, también es decepcionante que, ante la totalmente previsible respuesta del Estado, el lehendakari se limite a convocar nuevas elecciones en un periodo más o menos corto. No se puede obviar el fuerte sesgo electoral de todo el planteamiento en su diseño, su gestión y sus tiempos", criticó.
APUESTA DE ELA
El secretario general de ELA aseguró que, durante todo ese periodo, "en coherencia con lo dicho", ELA ha mantenido "una apuesta inequívoca por un proceso soberanista, civil y democrático, en el cual la consulta constituye una referencia fundamental". "Esa consulta es un instrumento que permite materializar y dar forma concreta al derecho que los vascos tenemos para decidir el futuro", señaló.
Para Elorrieta, esa propuesta, "en el contexto señalado y como fase que necesariamente hay que cubrir", implica "confrontar con el Estado política y socialmente". "Es una fase que necesariamente hay que cubrir. Confrontar con el Estado política y socialmente", enfatizó.
Dijo, por otra parte, que la "vuelta de ETA" y la política antiterrorista por parte del Estado, "que castiga duramente a sectores políticos y sociales que nada tienen que ver con la organización armada" ha llevado al sindicato nacionalista a "fijar una posición inequívoca, rechazando tanto las acciones de ETA como la escalada represiva del estado" en una postura que "no es un problema de equidistancia sino de coherencia democrática".
"ELA cree que es posible y necesario volver al espíritu de Lizarra-Garazi, que es posible recomponer ese horizonte civil de suma soberanista en otro tiempo y teniendo en cuenta las experiencias y ensayos fallidos: sin lucha armada, sin neoestatutismo, sin iniciativas unilaterales, dando por finiquitado el discurso de la 'transversalidad'", animó.
A su juicio, se trata de un camino a recorrer "entre los que quieran y puedan", que deberán asumir "que será largo y que se necesitará paciencia y perseverancia". "Asumiendo la dialéctica de compartir estrategia con otros teniendo al mismo tiempo cada uno sus propios intereses y prioridades", concluyó.