BILBAO 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, consideró hoy que el PSE-EE pretende "lavar su cara, entroncando" con "una figura límpia e intachable ejecutoria", como fue el lehendakari José Antonio Agirre.
En un artículo publicado en su blog, recogido por Europa Press, Erkoreka recuerda que el próximo 22 de marzo se cumplirá el 50 aniversario de la muerte en París de Agirre, que sumió "en la orfandad a muchos nacionalistas vascos y dejó sin referente personal a una parte de la oposición democrática al franquismo, muy golpeada ya a causa del desánimo provocado por la longevidad del dictador y el progresivo reconocimiento que su régimen estaba adquiriendo en el escenario internacional".
Tras destacar "la talla humana y política de un hombre carismático y bien dotado para el liderazgo, cuya estela de popularidad se extendía mucho más allá de las fronteras del nacionalismo vasco", recordó que "el socialista (Indalecio) Prieto, por ejemplo, evocaba su figura anotando que 'su simpatía personal, ciertamente arrolladora, y su ingénita bondad hacíanle ganar el respeto cuando no era posible la adhesión'".
El representante jeltzale subrayó "el espíritu conciliador con el que afrontaba las relaciones humanas", que le hacía "destacar en una facultad tan crucial para el ejercicio del liderazgo como la de limar aristas, aplacar diferencias y labrar consensos".
En este sentido, destacó que, "hasta el socialismo vasco, que gobierna en Euskadi de la mano del PP, se muestra interesado en situarse bajo su égida, con el inconfesado objetivo de lavar su cara entroncando con una figura de limpia e intachable ejecutoria".
Precisamente, el pasado 6 de marzo, el lehendakari, Patxi López, entregó a la familia de José Antonio Aguirre la Cruz del Árbol de Gernika, la máxima distinción que otorga el Gobierno vasco. En el acto, López calificó a los miembros del primer Gobierno vasco presidido por el lehendakari Agirre como "los padres fundadores" del autogobierno y mostró su "orgullo" por un Ejecutivo que defendió "la libertad, el autogobierno y la democracia". "El Gobierno de hoy, como lo fueron los anteriores, es un pequeño eslabón más de la cadena iniciada por el Lehendakari Agirre y sus Gobiernos", afirmó.
En su artículo, Josu Erkoreka subrayó que "pocos saben, sin embargo, que hubo una época en la que la figura de Agirre fue objeto de una brutal campaña de desprestigio; una feroz operación mediática que no se ahorró, ni esfuerzos ni epítetos, para minar su credibilidad y deteriorar su imagen ante la sociedad vasca".
"Entre 1937 y 1940, aunque también en los años siguientes, la prensa franquista, y particularmente la editada en el País Vasco, se empleó a fondo en el empeño de mancillar el recuerdo de Agirre. La ofensiva perseguía un objetivo muy claro: se trataba de erradicar de la memoria de los vascos toda reminiscencia positiva de quien, por la honradez y la limpieza con las que se entregó al ejercicio de sus funciones como Lehendakari, dejó tras de sí una dulce estela en el recuerdo de muchos vascos", manifestó.
En su opinión, "una vez triturada la imagen pública de su figura más notable, el nacionalismo vasco quedaría, así, seriamente tocado como opción mínimamente atractiva". "Como se ve, en la orquestación de campañas contra el nacionalismo vasco y sus líderes nada nuevo se mueve bajo el sol, ni los medios, ni las técnicas, ni tan siquiera los argumentos", concluyó Erkoreka.