Escoltan a los firmantes de la moción entre insultos de vecinos

Actualizado: martes, 20 octubre 2009 1:39


SILLEDA (PONTEVEDRA), 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Una docena de agentes de la Guardia Civil y siete policías locales equipados con material antidisturbios tuvieron que formar un pasillo en el interior de la Casa de la Cultura de Silleda, con el fin de que los siete concejales firmantes de la moción de censura --dos que abandonaron el PSdeG y cinco que dejaron la militancia en el PPdeG-- pudieran salir por la puerta de atrás del recinto sin tener que pasar en medio de un grupo de vecinos que proferían insultos contra ellos.

Los autores de esta maniobra política que arrebata el bastón de mando a la socialista Paula Fernández Pena padecieron los abucheos y los insultos, al tiempo que varias personas afirmaban 'no reconocer a esa alcaldesa', por Ofelia Rey, que concurrió a las pasadas elecciones municipales como independiente dentro de la lista del PSdeG. Entre cánticos de 'manos arriba, esto es un atraco', los siete firmantes de la moción de censura se vieron obligados a salir corriendo en dirección a sus vehículos.

A la salida del pleno, los vecinos congregados esperaban a los firmantes de la moción entre gritos de 'que den la cara' y 'peseteros'. No obstante, su salida se demoró durante casi dos horas y, aunque varias personas habían abandonado la guardia, una gran mayoría continuaba pidiendo 'que bajen los ladrones'.

En total, en torno a medio millar de silledenses se congregaron en la Casa de la Cultura de este municipio pontevedrés para arropar a Paula Fernández Pena (PSdeG). Unos 150 asistentes consiguieron hacerse un hueco en el salón donde se debatió la moción, pero otros 200 tuvieron que quedarse en la planta baja del recinto y otro centenar debió esperar fuera, ya que el recinto ya estaba abarrotado.

Los que lograron acceder al provisional salón plenario protagonizaron un bronco pleno, que estuvo salpicado por continuas llamadas al orden debido a los aplausos y gritos cruzados de partidarios y detractores del cambio en la Alcaldía.

TENSIÓN

La tensión del ambiente motivó la presencia de cuatro policías locales, preparados para desalojar la sala ante cualquier incidente; y la polémica generada a raíz de la moción de censura, que fue desautorizada por el presidente del PP, Mariano Rajoy, y por el jefe de filas de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, centró el foco de atención y llevó a Silleda a una treintena de periodistas.

Mientras una veintena de personas, en su mayoría miembros de Nuevas Generaciones del PPdeG abuchearon la intervención de Fernández Pena y coreaban las palabras de los firmantes de la moción; el resto de los vecinos recibieron en pie y con aplausos a la ya ex alcaldesa y reprobaron la "corrupción" de los ediles no adscritos.

"Ladrones", "vendidos", "traidores", "sinvergüenzas" y "canallas" fueron los insultos más repetidos contra estos últimos y, especialmente, contra la que desde hoy ocupará el sillón de mando, Ofelia Rey. De hecho, su proclamación como alcaldesa fue acogida entre gritos de 'no la queremos'. También el que fuera presidente local del PP y alcalde durante ocho años, José Fernández Viéitez, obtuvo numerosos gritos de "fuera, fuera".

Numerosos cargos socialistas se desplazaron hasta Silleda para arropar a la alcaldesa saliente, como su portavoz, Mar Barcón; el secretario de Organización y senador, Pablo García; el secretario provincial en Pontevedra, Modesto Pose; o diputados en el Congreso y en el Parlamento gallego; así como el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias, Carlos Fernández. Por su parte, el único edil que permanece en las filas del PP tras negarse a firmar la moción de censura, Manuel Mato, no acudió al pleno.

Ahora, la correlación de fuerzas en el municipio silledense queda con un gobierno formado por siete concejales no adscritos (cinco procedentes del grupo del PP y otros dos ex socialistas), al que se opondrán cuatro ediles del PSOE, uno del PP no conforme con la moción y un sexto edil del BNG.

OLEADA DE MOCIONES

Tras las elecciones municipales de mayo de 2007, Silleda es el sexto ayuntamiento gallego que cambia su gobierno mediante mociones de censura, tras los casos de Santa Comba (A Coruña), Abegondo (A Coruña), Pobra de Trives (Ourense), Gondomar y Mos, ambos en la provincia de Pontevedra.

A ello hay que añadir que el pasado mes de junio, en Vilariño de Conso (Ourense), un edil nacionalista rompió la disciplina de partido y votó contra el candidato socialista, José Antonio Basteiro, tras la dimisión de Arcadio González. De esta forma, el popular Ventura Sierra recuperó el bastón de mando tras dos años en la oposición.

Asimismo, esta misma semana se debatirán otras dos mociones de censura en los ayuntamientos lucenses de Láncara y Folgoso do Courel, en los cuales también el PSdeG perderá la alcaldía, que irá a parar a manos de ediles del PP, aunque en el segundo de estos casos, los concejales firmantes abandonaron la militancia de este partido.

De este modo, el próximo jueves, previsiblemente el actual portavoz del grupo municipal 'popular', Eladio Capón, se hará con la Alcaldía de Láncara con cuatro votos por el PPdeG y los de dos concejales de Terra Galega (TeGa), que ya fueron expulsados de este partido por "doble militancia" en las filas populares. En este municipio gobierna el socialista Darío Piñeiro en solitario, tras romperse --antes del verano-- el pacto que mantenía con los ahora censores de TeGa.

Por su parte, el próximo sábado se debatirá la moción de censura de Folgoso do Courel, apoyada por cuatro concejales elegidos en las listas del PP y uno que se presentó en la candidatura del PSdeG, pero que se pasó hace unos meses al grupo de los no adscritos. Así, quien fue cabeza de lista del PP en las pasadas municipales, Dolores Castro Ochoa, sacará el bastón de mando al socialista José López Fontal.