Critica la "hipocresía" de decir que una ley electoral contrarresta el clima de corrupción
BARCELONA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol afirmó hoy que los avances que pueda implicar el nuevo Estatut una vez conocida la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) no compensarán el desgaste, "no sólo de estado de ánimo, sino de poder" para Cataluña.
"Suponiendo que las cosas salgan mal, porque seguro que saldrán mal, pero que también representen algún progreso, que también es posible, es dudoso que este progreso nos compense del desgaste que hemos tenido", dijo.
Pujol cree que eso se traducirá de alguna manera a la hora de plantearse logros concretos, para lo que puso como ejemplo la gestión de Cercanías.
Atribuyó también el desgaste a la acción política en general desde Cataluña, sobre todo porque el papel del Govern "no es el adecuado" y la sociedad es consciente de eso.
Para él, el proceso es tan tenso que supone además una pérdida de prestigio para Cataluña. De hecho, consideró que la relación entre Cataluña y el resto de España nunca había empeorado tanto, ya que en el franquismo no había un desprestigio catalán entre la "opinión pública", sino que se limitaba a la política.
En cuanto a la nueva financiación autonómica, también admitió que supone un avance económicamente, pero sigue sin verla "clara".
Lo dijo durante un desayuno-coloquio del Centre d'Estudis Jordi Pujol donde participó junto al escritor Javier Cercas, para hablar sobre la política a propósito de su libro 'Anatomía de un instante', sobre el golpe de Estado de 1981.
NO OBSESIONARSE CON LA CORRUPCIÓN
En cuanto a los casos corrupción, pidió "no dejarse impresionar tanto" ni obsesionarse, porque la sociedad está llena de políticos y empresarios honrados.
El ex presidente criticó la "hipocresía" de invocar una ley electoral catalana para contrarrestar el clima de corrupción en particular y los problemas de Catalunya en general. Recordó que las reformas electorales en Italia no han servido. Sobre la polémica de la financiación de los partidos, admitió que es un "problema general".
EL NACIONALISMO EN LA TRANSICIÓN
Durante su debate con Cercas, Pujol defendió que el nacionalismo catalán fue uno de los actores "moderados" de la época del golpe de Estado y de toda la transición, a la que contribuyó precisamente con esa actitud.
Aprovechó para lamentar que eso implicó muchas cesiones de los nacionalistas, "con la idea tan tonta de que ya se haría una lectura" generosa con Cataluña tras las negociaciones que se mantenían con el Estado, pese a lo cual esas lecturas no llegaban.
"Después ya nos la encontramos, la lectura", ironizó el ex presidente.
Al hablarse del segundo volumen de las memorias de Pujol, recién publicado, pidió que "no se enfade tanto" Enrique Múgica negando que le planteó en verano de 1980 la dimisión del presidente Adolfo Suárez y su sustitución por un militar de mentalidad democrática.
"Si se quieren defender, que digan 'Lo queríamos por esto y por esto' y lo justifiquen", añadió. Después, elogió la reciente serie de TVE sobre el golpe.
