MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, insistió hoy en la legitimidad del Tribunal Constitucional para seguir funcionando y tomar una decisión sobre el Estatuto de Cataluña y advirtió de que vincular su renovación con una sentencia concreta es "muy peligroso para el Estado de Derecho, las reglas de juego y las normas de convivencia".
Durante su intervención ante la plana mayor del partido reunida hoy en Génova, Rajoy explicó los detalles de su reunión con el presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, el pasado miércoles en Barcelona. "Él quería hablar del Estatuto y del Tribunal Constitucional y yo le dije que quería hablar también de la situación económica por la que está atravesando Cataluña", explicó.
Así, señaló que Montilla le solicitó la retirada del recurso de inconstitucionalidad al Estatut y también pidió la renovación urgente de los magistrados del alto tribunal, a lo que Rajoy respondió con una defensa de la Constitución. "Le pedí pedagogía de la misma porque los socialistas se supone que deben defender la Constitución", reveló.
El líder de los 'populares' insistió así en que "los políticos responsables" deben decir en todo momento que "respetan y acatan" lo que diga el Tribunal Constitucional "porque eso son las reglas del juego" y advirtió de que "lo peor que le puede pasar al país es que alguien ponga en tela de juicio las reglas del juego".
RENOVACIÓN DEL TC
Además, dejó claro al presidente de la Generalitat que, a su juicio, el TC tiene "plena legitimidad" para seguir actuando y dictar sentencia. "No procede renovar ahora, y vincular la renovación del tribunal con una sentencia es algo muy peligrosos para el Estado de Derecho, las reglas del juego y las normas de convivencia", enfatizó.
Rajoy recordó que en el año 2008 planteó la renovación del alto tribunal y puso sobre la mesa los dos nombres propuestos por las comunidades autónomas gobernadas por el PP en el Senado, Francisco José Hernando y Enrique López, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no quiso llevarla a cabo".