Un estudio muestra el trabajo de los reclusos como un elemento de dignificación y fuente de ingresos familiares

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 25 junio 2007 17:13

MADRID 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un estudio presentado hoy muestra el trabajo realizado por los presos de las cárceles catalanas como un elemento de dignificación y fuente de ingresos familiares, así como una forma de "ocupar el tiempo" en prisión y de "estabilidad emocional" para los reclusos. La ocupación de los presos supone además un importante elemento para contribuir a la seguridad y el sostenimiento del orden en la cárcel.

La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, presentó hoy el libro 'El trabajo en las cárceles', en el que se estudia la importancia de este elemento a través de entrevistas con directores de centros penitenciarios, jefes de talleres, psicólogos y casi 700 internos de centros penitenciarios catalanes.

Gallizo aseguró que, pese a estar realizado en Cataluña, los datos del documento son extrapolables a toda España porque la situación es "muy similar". Así, el 52 por ciento de los presos disponibles para trabajar optan por esta opción, la mayoría de ellos en régimen de tratamiento de segundo grado y preventivos.

Geográficamente, los ciudadanos norteamericanos y españoles son los que menor tendencia muestran a tener un trabajo productivo (el 12 y el 19 por ciento respectivamente), mientras que los nacionales de países asiáticos, latinoamericanos y africanos elevan sus porcentajes al 42, 41 y 36 por ciento respectivamente.

La mayor queja que tienen los reclusos sobre su labor en las prisiones es el salario que reciben, ya que más del 50 por ciento cobran mensualmente menos de 180 euros. Así, el 59,3 por ciento hacen una mala valoración de los ingresos que reciben mientras que un 26,1 por ciento los consideran "regular" y tan sólo un 14,6 por ciento los ven "bien".

Sin embargo, el descontento con el suelo no se ve reflejado en su satisfacción por la labor desempeñada, ya que más del 54 por ciento reconoce estar satisfecho o muy satisfecho con su trabajo. Además, la mayor parte de los reclusos desearía dedicar más horas al trabajo, aunque éste es un elemento que está relacionado sobretodo con el salario.

Entre las motivaciones para desempeñar una labor productiva dentro de prisión, el primer lugar lo ocupa el salario (68 por ciento), aunque es muy elevado el porcentaje de reclusos que quieren trabajar para ocupar su tiempo, "pasar menos tiempo en el patio" y "no comerse el coco".

ELEMENTO DE REINSERCIÓN

Tanto el responsable del estudio, Fausto Miguelez, como Gallizo destacaron la importancia del trabajo como un elemento de reinserción social y una forma de ayudar a los presos a tener una fuente de ingresos una vez que abandonen la prisión. "El trabajo es un elemento esencial en la estrategia de intervención en la reeducación e intervención social", subrayó Gallizo.

En este sentido, la directora general de Instituciones Penitenciarias lamentó que hay pocos estudios científicos sobre la vida en el interior de las prisiones y aseguró que en los últimos tres años se han incrementado en un 28 por ciento los puestos de trabajo que se ofrecen en el interior de las cárceles.

Sin embargo, reconoció que la cifra es "todavía insuficiente" y que hay que "hacer un esfuerzo" para que todos los presos que lo deseen puedan trabajar. Asimismo, destacó la necesidad de mejorar la oferta laboral introduciendo sectores que tengan una mayor "empleabilidad" en el futuro.

La consellera de Justicia de la Generalitat de Cataluña, Montserrat Tura, explicó que el salario de los presos debe relacionarse con las horas trabajadas y el tipo de labor y reconoció que "en alguna tipología" sí podrá ser revisado aunque "va a ser difícil aumentarlo en otras".

Además, explicó que también se intentarán potenciar los trabajos que permitan una especialización, ya que, aunque exijan un mayor tiempo de formación, facilitan su posterior reinserción una vez abandonada la prisión.

Así, explicó dos proyectos que se han desarrollado "satisfactoriamente" en Cataluña. En el primero, una empresa que iba a trasladar su producción a un país extranjero finalmente optó por que se encargaran de ella los reclusos de una prisión catalana. En el segundo caso, una empresa donó una nave industrial para que los presos se trasladaran diariamente a ella a desarrollar su labor.

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