MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Nacional juzgará este jueves al abogado de etarras Unai Errea Berges por participar como intermediario en el cobro del denominado 'impuesto revolucionario', del que fue víctima a comienzos de 2008 el consejero delegado de la empresa Antzibar, Santiago Lazkano.
El fiscal Pedro Rubira solicita que el procesado, al que la Justicia francesa impuso cuatro años de cárcel en 2006 por complicidad con ETA, sea condenado a ocho años de cárcel por un delito de colaboración con organización terrorista.
En su escrito provisional de acusación, el representante del Ministerio Público detalla que Lazkano recibió en enero y febrero de 2008 varias cartas de extorsión en las que se le exigía el pago de 72.000 euros en billetes usados de 20, 50 y 100 euros.
"NO JUEGUE CON NUESTRA PACIENCIA"
"En septiembre de 2007 recibió nuestra última carta, en la cual establecíamos los plazos del pago, y para nuestro asombro no ha dado ni el más mínimo paso para llevar a cabo el mismo", decía una de esas misivas, en la que ETA advertía al empresario: "No juegue con nuestra paciencia porque esta es la última oportunidad que recibirá".
Tras mostrarse "seguros de que no tendrá ningún problema para encontrar el camino", los terroristas añadían que el dinero recaudado de la extorsión no tenía como fin "el enriquecimiento personal de nadie" sino "obtener los indispensables medios económicos para llevar a cabo la lucha a favor de la liberación de Euskal Herria".
CONTACTAN CON EL ABOGADO
Lazkano trasladó su intención de pagar al gerente de la empresa, Asier Etxabe, quien contactó con el procesado, sabedor de que era abogado de Gestoras Pro Amnistía y de que tenía relación con la izquierda abertzale. Su objetivo era que le hiciera llegar una nota al etarra Jon Salaberria, que fue localizada por la Policía francesa en un 'pen drive' después de que éste fuera detenido en mayo de 2008 en Burdeos junto al exjefe político de ETA Francisco Javier López Peña, 'Thierry'.
Etxabe y Errea se reunieron en un bar de la localidad guipuzcoana de Hernani donde el gerente de Antzibar le entregó los 72.000 euros que le había dado Lazkano. Tras recibir el dinero, el abogado se lo entregó en las afueras del establecimiento a una tercera persona que no ha podido ser identificada.
