Constató la "manipulada información" recibida por los sudafricanos de los nacionalistas y que los "mediadores" defendían el Plan Ibarretxe
MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Dirigentes de la Fundación por la Libertad, que preside Nicolás Redondo Terreros, han viajado en septiembre a Sudáfrica con el fin de intentar neutralizar la campaña internacional que han estado realizando este verano el dirigente de Batasuna, Joseba Alvarez y el consejero de Interior del Gobierno vasco, Joseba Azkárraga. Allí se han entrevistado con numerosos representantes políticos e institucionales y también con los llamados "mediadores" o expertos en resolución de conflictos, con los que previamente y a lo largo de los meses de junio y julio se habían reunido los representantes de Batasuna y del Ejecutivo vasco.
Posteriormente, el citado equipo de mediadores sudafricanos visitó Euskadi en octubre y fueron presentados por Ibarretxe formando parte de "la iniciativa internacional para la promoción del Diálogo y la Paz en el País Vasco". Sin embargo, los representantes de la Fundación por la Libertad pudieron comprobar que se trata de mediadores "de parte" y que su discurso defiende las "tesis nacionalistas", según explicó a Europa Press el vicepresidente de la Fundación para la Libertad, Javier Elorrieta.
En cuanto al resultado de las entrevistas que mantuvieron con otros representantes, entre ellos, el viceministro de Exteriores y el Ministro de Inteligencia, fue más "satisfactorio", y estos en concreto ofrecieron absoluta garantía de que ninguna personalidad sudafricana apoyará ningún tipo de secesionismo.
El viaje a Sudáfrica tuvo lugar entre el 17 y el 21 de septiembre y lo realizaron el vicepresidente de la Fundación, Javier Elorrieta y el también miembro de la misma, Eudardo Uriarte. Ambos mantuvieron contactos, en Pretoria y Ciudad del Cabo, con cuatro tipos de interlocutores: miembros del Gobierno sudafricano; representantes políticos, entre los que se encuentra el secretario general del Congreso Nacional Africano, Kgalema Motthlante; los mediadores Roelf Meyer, Brian Currin e Ivor Jenkins y, finalmente, con miembros de otros colectivos del Instituto de Estudios para la Seguridad y del Instituto para la Justicia y la Reconciliación.
Elorrieta y Uriarte informaron sobre la realidad vasca y trataron de neutralizar así la campaña realizada por el nacionalismo vasco con las entidades sudafricanas con la que buscan dar legitimidad a su "proyecto político", según explicó el vicepresidente de la Fundación a Europa Press.
Esta campaña del nacionalismo fue capitaneada en junio por el responsable de relaciones internacionales Joseba Alvarez, quien viajó a Sudáfrica cuando Garzón se lo prohibió a Pernando Barrena y Arnaldo Otegi. Y en el mes de julio prosiguió con la visita del consejero vasco de Justicia, Joseba Azkárraga y el director de Derechos Humanos del Ejecutivo de Vitoria, Jon Landa.
La Fundación para la Libertad explicó, en sus entrevistas, que España pasó hace 30 años de un régimen autoritario a uno democrático y con niveles de autonomía incomparables para sus CCAA; que en el País Vasco, los ciudadanos tienen un ámbito amplísimo de decisión electoral; que Euskadi es una de las zonas de mayor bienestar de Europa y el Mundo, donde más de 100.000 ciudadanos poseen una segunda vivienda en otras partes de España, donde los salarios medios y las pensiones superan la media española, la cobertura de los servicios sociales llega a los niveles "más altos del Planeta" y existe una "relación de privilegio fiscal y financiero con el resto de España".
Argumentaron que esta realidad "difícilmente se corresponde con un discurso de opresión creíble", según precisó Elorrieta quien expuso que trataron de aclarar también que la violencia terrorista en el País Vasco es un fenómeno de "violencia residual" y que no se trata de una lucha armada "por la liberad, la democracia o la autonomía" ya que éstas "son realidades plenamente constatables y jurídicamente garantizadas por la Constitución Española".
Los representantes de la Fundación argumentaron que en el País Vasco no hay un problema de paz, sino de falta de libertad de gran parte de la sociedad vasca no nacionalista debido a las amenazas terroristas.
PREOCUPACION PORQUE SE MANIPULE LA SUPERACION DEL APARTHEID
Transmitieron además su preocupación por que un "hito reciente de la historia de la humanidad como supone la superación del apartheid se viera manipulado por un nacionalismo vasco de origen etnicista y por la manifestación terrorista de éste".
Algunas de las personas a las que Elorrieta y Uriarte expusieron estos argumentos fueron los llamados "mediadores" o expertos en resolución de conflictos internacionales Roelf Meyer --relacionado con el Gobierno vasco-- y Brian Currin --relacionado con Batasuna--, con quienes mantuvieron un almuerzo.
En este encuentro, según Elorrieta, los sudafricanos mantenían el discurso del Plan Ibarretxe, con algún elemento recogido de Batasuna. Partían de los planteamientos "victimistas" del nacionalismo, no asumían que se consiguiera la necesaria convivencia política con la transición y creían que la hegemonía electoral del nacionalismo en Euskadi era diez puntos superior a la que es. De hecho, explica, "les cuesta creer que Batasuna en su momento de mayor esplendor alcanzó el 12 por ciento del electorado".
Esta reunión acabó en un "ambiente de educado desacuerdo". Los representantes de la Fundación reprocharon a los mediadores la posibilidad de que, con su mediación, engrandezcan el problema y se legitime el terror de ETA, en lugar de solucionar la situación.
EL MEDIADOR JENKINS, RELACIONADO CON BATASUNA, CONTRA LA SECESION
También se vieron con Ivor Jenkins, representante de la ONG para la mediación IDASA, relacionado con Batasuna, y que forma parte del grupo de expertos del Gobierno vasco. Esta reunión también acabó en ambiente en desacuerdo, aunque en este caso Jenkins afirmó que IDASA no apoyaría ningún proceso de secesión. No obstante, Elorrieta señala que esto se contradice con su defensa de negociar un proceso autodeterminista para posibilitar la "libre decisión de los vascos".
El encuentro con el viceministro de Exteriores, Aziz Pahad y el ministro de Inteligencia, Ronnald Kasrils, se desarrolló en un clima de entendimiento al compartir "el peligro de que se manipule por parte del nacionalismo vasco, la buena imagen existente en el País Vasco y en España de la lucha del pueblo sudafricano por superar el apartheid". Estos ofrecieron absoluta garantía de que "ninguna personalidad sudafricana apoyará ningún tipo de secesionismo", algo que también suscribieron otros líderes políticos como el secretario general del Congreso Nacional Africano (CNA), Kgalema Motthlante.
BATASUNA PIDIO AL CNA QUE PIDIERA AL PSOE SEGUIR LA NEGOCIACION
Este último, del que asegura Elorrieta que estaba "apreciablemente trabajado" por los contactos y visitas de Batasuna, dejó claro que lo único que el CNA había hecho por Batasuna, a requerimiento de este partido, fue "solicitar del PSOE, como miembros de la Internacional Socialista, la continuación de las negociaciones con el Gobierno".
Elorrieta explica, tras estos contactos, que resulta preocupante el desconocimiento de la realidad española y la "manipulada información" que han recibido los sudafricanos de los interlocutores nacionalistas. Ve positivo que no apoyen, en general, la secesión, tal vez porque en Sudáfrica aún subsiste un problema parecido, pero le preocupa que admitan la posibilidad de la consulta.
Apuntó la "ironía" con la que algunos entrevistados opinaron sobre las personalidades relacionadas con el Gobierno vasco para mediar, calificándolas de "industria de la negociación" y destacó la necesidad de desarrollar un proyecto que neutralice este frente internacional del nacionalismo que busca legitimar su proyecto segregacionista.
