Una de las interlocutoras del EPPK ya ejercía esa labor cuando el Colectivo se enfrentó a Otegi por "disidente"

Actualizado: jueves, 12 abril 2012 21:33

La tensión se produjo en pleno debate interno en el mundo radical en el que se acabó imponiendo la postura defendida por el líder de Batasuna

MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

Una de las interlocutoras que integran el nuevo grupo de representación del Colectivo de Presos de ETA, Ana Bélen Eguües, ya ejercía las funciones de portavoz cuando en 2010 se enfrentaron al líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, en pleno debate interno en el entorno radical y las prisiones que finalizó con un amplio apoyo de las bases de la izquierda abertzale a la apuesta por la vías exclusivamente políticas, según los datos recogidos por Europa Press.

El EPPK llegó a acusar a Otegi de "crear mal ambiente" y denunció su "disidencia", mientras que Batasuna respondió censurando las maniobras ocultas de los defensores de la 'ponencia Mugarri' avalada por la dirección de ETA y que abogaba por la continuidad de los atentados. Este enfrentamiento tuvo lugar, al menos, durante los meses de enero y febrero de 2010 a cuenta del modo en el que ambos sectores hacían llegar a los presos el debate interno y las distintas ponencias.

Así se extrae del contenido de algunos de los documentos incautados por la Guardia Civil en el despacho de una de las detenidas en la operación desarrollada en abril de ese año contra el entramado de abogados de la banda (H-ALBOKA) y recogido en el acto de prisión para los arrestados dictado por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska.

El primero de ellos era un documento mecanografiado en euskera correspondiente al "acta de una reunión celebrada entre Batasuna y el Colectivo de Presos (EPPK) el 22 de enero de 2010, elaborada por los asistentes del Colectivo de Presos".

En aquella reunión, el EPPK transmitió a Batasuna "que la disidencia mostrada por Arnaldo Otegi, al salirse de la disciplina del Colectivo remitiendo las misivas publicadas sin contar con la Junta de Dirección (del EPPK) está creando un mal ambiente".

Además, en el mismo documento se recogía como el "EPPK critica a los presos de Batasuna por transmitir al resto de reclusos que la línea a seguir no va a ser la marcada en el 'Informe Mugarri' debatido en cárceles por el resto de reclusos".

La ponencia 'Mugarri' fue defendida por el sector duro que apostaba por retomar los atentados frente a la opinión mayoritaria dentro de la izquierda abertzale que se decantó por la Declaración de Alsasua, desarrollada luego en el documento 'Zutik Euskal Herria' (Euskal Herria en pie).

El Colectivo llegó a advertir a Batasuna de "que todos los presos, incluidos los de Batasuna, pertenecen al Colectivo y deben seguir la línea disciplinaria marcada por el mismo". Sin embargo, el auto detallaba como en esa misma reunión "Batasuna se escuda en que cuenta con el 'visto bueno' de EKIN (los guardianes de la ortodoxia etarra), por lo que la Declaración, que no es lo debatido en el 'informe Mugarri', es de la izquierda abertzale y no sólo de Batasuna.

REUNIÓN TRIPARTITA CON EKIN

Para despejar las dudas Batasuna ofreció al Colectivo "una reunión tripartita junto con EKIN para clarificar posturas y evitar la expulsión de los cinco presos de Batasuna del Colectivo de presos", según el auto en el que no se llega a precisar de qué cinco presos se trata.

"Tras discutir varios temas en los que continúan sin ponerse de acuerdo Batasuna y el EPPK, los miembros del Colectivo se reafirman en su opinión de noviembre sobre Batasuna en el sentido de que los mismos siguen haciendo lo que quieren y se niegan a que sus presos entren en la dinámica del Colectivo de Presos Políticos Vascos", concluye el documento referido.

Las discrepancias continuaron el siguiente mes de febrero tal y como quedó reflejado en otro de los documentos incautados a Zuriarrán en su despacho. Se trataba de una carta firmada por la Mesa Nacional de Batasuna, de febrero de 2010, dirigida al "Colectivo de presos" (EPPK), "en la que dejan claro que el envío de esta carta es un hecho excepcional y que no quieren provocar lecturas equivocadas".

Según argumentaba Batasuna, su objetivo era "subsanar algunos problemas surgidos entre ambas estructuras". Según el análisis de la Guardia Civil recogido en el auto, "en el texto se trasladan las distintas reacciones que han provocado las conclusiones del debate interno en el seno de la izquierda abertzale, y reconoce que pese a que ha habido reacciones contrarias, incluso en el seno de la izquierda abertzale, considera que se han vertido informaciones erróneas en el Colectivo, y con esta carta pretenden saldar los malos entendidos".

CARTA DE BATASUNA A LAS CÁRCELES

En primer lugar "les informa de que el 'informe Mugarri', elaborado por EKIN, fue el que se mandó a las prisiones para su análisis, mientras la izquierda abertzale analizaba otro diferente".

Asímismo, considera que "no fue apropiado llevar a los pueblos el 'informe Mugarri', mientras se producían las detenciones de octubre con la confusión creada". Se refiere a los arrestos de Otegi y otros dirigentes abertzales acusados de tratar de recomponer la cúpula de Batasuna por medio de la plataforma 'Bateragune'. "En este sentido, Batasuna piensa que el informe que se debía debatir en el proceso de debate era el suyo", añade el auto del juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska sobre la operación H-Alboka.

"Batasuna critica la postura tomada en algunas cárceles con respecto a ellos, tras la presentación del documento de conclusiones "Zutik Euskal Herria", y dejan claro que fue un debate en el que participaron miles de militantes y que decir que no vale nada es no solo mentir, sino que supone entrar en maniobras ocultas que deberían estar desterradas", prosigue.

En consecuencia, La Mesa Nacional de Batasuna admite que "en principio estaban de acuerdo con el 'informe Mugarri', pero que en el fondo, su lectura no era tan positiva para el proceso ya que podía llevarles a un largo ciclo de confrontación". "Por ese motivo la izquierda abertzale inició el debate y ganó la opción de recurrir al cambio de ciclo, ya que empezar desde cero no supone más que un suicidio político", argumentó Batasuna.

"Por todo lo expuesto, Batasuna considera que esta es la versión que deben conocer los militantes, incluidos los presos, por encima de las intoxicaciones. La Mesa Nacional recurre a la interlocución del Colectivo de Presos ya que estas críticas han venido desde él y se lamenta el tener que escribir esta carta y recurrir a ellos para dar queja, aunque tratan de hacerlo con todo el respeto", zanjaba la formación ilegalizada.