MADRID 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una mujer llamó por teléfono a la Compañía de la Guardia Civil en Ayamonte (Huelva) poco antes de las 13:00 horas de hoy para informar de que un coche sospechoso se encontraba aparentemente abandonado en la vía de servicio de la A-49, dirección Portugal. Hasta el lugar acudió un vehículo del Servicio Rural de la Guardia Civil, con dos agentes, que ya sospechó del coche en un primer reconocimiento visual, informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
Los agentes personados en el kilómetro 130 de la A-49 dieron aviso a sus compañeros del GEDEX y un perro del Servicio Cinológico confirmó enseguida de que dentro del coche había explosivos. Tras el traslado del vehículo a la comandancia de Huelva, los especialistas en Criminalística se han desplazado a las instalaciones para examinar con detalle el vehículo.
El coche abandonado por presuntos miembros de ETA hoy cerca de Ayamonte (Huelva) fue alquilado en Portugal y llevaba sus placas de matrícula originales. En el maletero del vehículo se ha encontrado cien kilos de material explosivo, incluido polvo de aluminio y nitrato amónico, sustancias que junto al trinitrotolueno son utilizadas habitualmente por ETA para fabricar amonal.
El Ford Focus Ranchera, matrícula de Portugal 51 BX-80, fue retirado por una grúa a las 16.00 horas de hoy y conducido a dependencias de la Guardia Civil. Los agentes también encontraron detonadores, temporizadores y un manual para fabricar explosivos redactado en euskera, precisaron las fuentes consultadas por Europa Press.
En el momento del hallazgo se encontraba en una vía de servicio de la A-49, dirección a Portugal, pero los agentes investigan si esa era su dirección original o si los terroristas habían girado poco antes de abandonar el coche en la rotonda que hay en las inmediaciones.
ETA también optó por no doblar las placas de matrícula de la furgoneta que utilizó en el atentado de la T-4 de Barajas. En aquella ocasión, retuvo al dueño del vehículo, un joven guipuzcoano al que secuestró en los Pirineos franceses y que no liberó hasta tres días después, justo después de que estallara la furgoneta-bomba.