El fiscal pide para él 50 años de cárcel y anuncia que se opondrá a que se rebajen sus condenas
MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
La viuda del policía nacional José Anseán Castro compareció hoy ante la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional en el juicio contra el ex dirigente etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, "Gadafi", para quien el fiscal pidió 50 años de cárcel por el asesinato del agente en enero de 1992 en Basauri (Vizcaya). En el tribunal, la esposa de la víctima reconoció a "Gadafi" como el asesino de su marido y recordó que, tras dispararle, le pidió que no "le rematase".
Entre sollozos, la viuda relató cómo "Gadafi" y su compañero del "comando Vizcaya" Juan Ramón Rojo se bajaron de un coche y se dirigieron corriendo hacia el policía y su esposa, apúntandoles con sus pistolas mientras éstos esperaban al autobús en una parada de Basauri. Entonces, los dos etarras dijeron que "iban a matar a su marido" y ella les pidió "que no lo hicieran".
También narró cómo, tras disparar a su marido, pidió a "Gadafi" que no "le rematase" y, tras perpetrar el atentado, los dos terroristas huyeron en el coche del que habían descendido.
Cuando el teniente fiscal Jesús Santos le preguntó si recordaba la cara del asesino de su marido, la mujer respondió: "Sí, por Dios, claro que sí. Es Gadafi". "¿Es la persona que se encuentra a su lado?", insistió el fiscal. "Es él", confirmó la viuda tras mirar al acusado dos veces.
La esposa del fallecido también explicó cómo, el día anterior a su asesinato, percibió que su marido estaba siendo objeto de seguimiento por parte de una mujer, a la que posteriormente reconoció como Paulina García Rodríguez, condenada en 1996 por estos hechos. Según explicó, se dio cuenta de que la etarra "miraba continuamente" a su marido y de que "le estaba marcando".
Tras su comparecencia, la viuda se desplazó a la zona del público de la sala de vistas, desde donde siguió el transcurso del juicio visiblemente emocionada. El fiscal explicó que la mujer había rechazado declarar tras ningún medio de protección de testigos "porque quería ver la cara del asesino de su marido".
SE OPONDRÁ A REBAJAR PENAS
En su informe de conclusiones, el teniente fiscal Jesús Santos aseguró que "vigilará minuciosamente" que el dirigente etarra cumpla "íntegramente" sus condenas. En este sentido, destacó que "Gadafi" solicitó su traslado a España, desde la cárcel francesa en la que cumplía condena, para intentar refundir las condenas que le han impuestos los tribunales españoles y los franceses.
El representante del Ministerio Público aseguró que se opondrá a esa refundición, y que intentará que "Gadafi" cumpla "íntegramente" las condenas que le han sido impuestas en Francia, para que después permanezca en las cárceles españolas 30 años, el máximo que prevé el Código Penal de 1973, vigente todavía en la fecha del asesinato.
El fiscal también solicitó al tribunal que imponga a "Gadafi" la prohibición de acudir al lugar del asesinato (Basauri) o del lugar de residencia de la familia del agente durante los seis años posteriores a su puesta en libertad.
Asimismo, el teniente fiscal destacó durante su discurso "el silencio" y la "indiferencia" del acusado frente al testimonio "verdaderamente emocionante" que realizó la viuda del policía sobre el asesinato, que calificó de "cruel", "premeditado" y "alevoso".
TESTIFICARON OTROS 5 ETARRAS
En la sesión de hoy también comparecieron como testigos los compañeros de "Gadafi" del "comando Donosti" Juan Ramón Rojo, Kepa Urra, Javier Martínez, José Manuel Tobalina y María Paulina García, que fueron condenados en marzo de 1996 por el asesinato del agente de Policía Nacional.
Todos ellos se limitaron a responder a las preguntas del fiscal asegurando que no recordaban absolutamente nada del atentado que perpetraron contra José Anseán Castro, y que también habían olvidado si "Gadafi" había participado en estos hechos.
Además de 30 años de prisión por un delito de atentado, el teniente fiscal solicitó que se condene a "Gadafi" a otros 20 años de cárcel por dos delitos de utilización ilegítima de vehículo de motor ajeno relacionado con otro de robo con toma de rehenes.
Esto es así porque, cuatro días antes del atentado, los terroristas secuestraron a un taxista, a quien metieron en el maletero de su vehículo, que utilizaron para acudir al lugar donde se encontraba su víctima. Ese día, el agente de policía no se encontraba allí, por lo que el 14 de enero, cuatro días después, volvieron a hacer lo mismo con otro taxista. Esta vez sí encontraron a Anseán Castro para acabar con su vida.
AÑO Y MEDIO POR GRITAR 'GORA ETA'
Por otro lado, el fiscal Miguel Ángel Carballo solicitó hoy a la Audiencia Nacional, en otro juicio, que condenase a un año y medio de prisión a tres personas que en mayo de 2005 gritaron expresiones a favor de ETA como "ETA mátalos" o "Gora ETA militarra" -"Arriba ETA militar"- en San Sebastián.
Como eran las 00:19 horas y "ante el griterio que estaban causando", relata el fiscal en su escrito de conclusionses provisionales, fueron identificados por agentes de la Ertzantza. Además, incautaron a uno de ellos un ejemplar de la revista 'Zutabe' (el boletín interno de ETA).
