SANTIAGO DE COMPOSTELA 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex conselleiro de Cultura, Comunicación e Turismo de la Xuntay ex presidente de la Fundación de la Cidade da Cultura (CdC), Jesús Pérez Varela, afirmó hoy que tiene "las manos limpias" en relación a las críticas del BNG respecto a que el complejo en construcción en el Monte Gaiás era "un gran negocio personal y político" para él.
En su comparecencia ante la Comisión de Investigación sobre la Cidade da Cultura, Pérez Varela admitió sentirse "muy orgulloso" del complejo construido a partir del diseño de Peter Eisenman, del que dijo estar convencido de que "cada euro invertido por todos los gallegos se van a recuperar diez" y que será "un icono" de Galicia.
Defendió la Cidade da Cultura como un proyecto "emblemático", de carácter internacional, y llamado a "romper los tópicos" vinculados a los gallegos. Asimismo, defendió que la gestión del proyecto desde su gestación en 1999 fue "impecable" y que "no hay una sola irregularidad", algo que además consideró "imposible" ante la actuación seguida por los técnicos y funcionarios.
Según Pérez Varela, "no hay en la historia de la comunidad un proyecto más visto con una lupa que la Cidade da Cultura". Así, puntualizó que los "reproches" recogidos en el Informe del Consello de Contas de 2004 son "terriblemente opinables y que ninguno tiene fundamento legal".
También concretó en 284,5 millones de euros el "coste total" de la Cidade da Cultura, al que habría que sumar 37 millones de euros en lo que está presupuestada la segunda fase de urbanización. Así, aseguró que "lo que suba de ahí no es responsabilidad" del anterior gobierno del PP en la Xunta.
DESCALIFICATIVOS
Pérez Varela se centró en responder a las preguntas sobre el desvío de fondos formuladas por el portavoz del PSdeG en la comisión, Xaquín Fernández Leiceaga, ya que con el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, hubo un intercambio de acusaciones fuera de micrófono.
Las preguntas de Aymerich en torno a que la construcción de la Cidade da Cultura era "un gran negocio personal y político" de Pérez Varela, debido a un presunto entramado de empresas, originó un cruce de descalificativos. Mientras el ex conselleiro exclamó fuera de micrófono "miserable", el parlamentario nacionalista le contestó con un "delincuente".
Este asunto provocó que el diputado del PPdeG, Ignacio López Chaves, reclamase que se retirase el descalificativo aplicado al compareciente, algo que Aymerich hizo al final del debate, aunque en un principio se limitó a añadir el término de "presunto".
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