Ex embajador de España en La Habana pide por carta a Moratinos una "refundación" urgente del Ministerio

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 27 marzo 2008 14:17

MADRID 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ex embajador de España en La Habana y Viena José Antonio San Gil ha pedido recientemente por carta al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, Miguel Angel Moratinos, una "refundación" con carácter de "urgencia" del departamento que dirige y seguirá haciéndolo previsiblemente al menos hasta 2010.

En la misiva --a la que ha tenido acceso Europa Press-- el diplomático manifiesta a Moratinos su profunda "tristeza por el estado desolador en que se encuentra el servicio diplomático de España en un mundo en inflexión, más complejo, interrelacionado y competitivo que nunca".

"Exteriores no sólo no es ya ni sombra de lo que era hace apenas un cuarto de siglo sino que su capacidad, en todos los sentidos, está ya demasiado lejos de lo que debiera ser", señala el diplomático, quien afirma sentir "tan aguda decadencia" que daña "la autoridad, credibilidad e imagen de España en el mundo", con el "consiguiente menoscabo" de los intereses nacionales.

San Gil, jubilado desde el pasado 16 de marzo y quien dimitió en 1994 como embajador en La Habana, recuerda al ministro que ya le advirtió en otra misiva en agosto de 2004 de la "arbitrariedad y despotismo" reinantes en el Ministerio como "causa fundamental de la degradación alarmante del servicio".

A juicio de San Gil, "de muy poco" servirá una reforma en el servicio exterior si no incluye entre sus objetivos fundamentales "la plena y rápida restauración en el Ministerio del Estado de Derecho -grave y largamente escarnecido- y de la ética y deontología profesionales -tan oxidadas-, así como la aplicación rigurosa del principio de responsabilidad personal por los propios actos".

El Ministerio precisa, a su juicio, "y con urgencia, de una verdadera refundación a la vez política, deontológica, jurídica, administrativa, retributiva y financiera".

El ministro plenipotenciario muestra también su decepción por el hecho de que la llegada de los socialistas al poder en 2004 "no trajera nunca consigo para la Casa la ruptura con su vieja y nefasta tradición de cerrar los ojos y dejar sin corregir (...) comportamientos de gravedad notoria y merecedores a todas luces de sanción".

"Absolutamente nada se ha hecho en este tiempo por remediar nada, lo que explica sobradamente la desmotivación y desaliento que se aprecia por doquier en todas las categorías de su personal, sin excepción", agrega.

El PP atribuyó en su día la dimisión de San Gil a la "presión" de Fidel Castro por el apoyo del embajador a los demócratas cubanos y la "complacencia" de Felipe González. El entonces ministro de Exteriores español, Javier Solana, descartó que la dimisión de San Gil se debiera a razones políticas.

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