El ex militante de Terra Lliure reconoce los atentados y los reivindica en nombre de la 'kale borroka' catalana

Actualizado: martes, 4 abril 2006 19:38

Godó entona el himno del soldado vasco y la juez le expulsa de la sala por insultar "gravemente" al Tribunal

BARCELONA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ex militante de Terra Lliure Guillem Godó, al que la Audiencia de Barcelona juzga desde hoy por explosionar diez artefactos de fabricación casera en seis sucursales bancarias, en una delegación de Hacienda y en un repetidor de televisión y comunicaciones de Barcelona entre 2000 y 2003, reconoció la autoría de los atentados y los reivindicó en nombre de la 'kale borroka' catalana, en apoyo al movimiento de liberación nacional vasco.

Cuatro personas sufrieron lesiones leves y otra más resultó herida de gravedad a consecuencia de las deflagraciones. Se da la circunstancia de que Godó ha sido condenado firmemente al menos en cuatro ocasiones por delitos de terrorismo, estragos y falsificación de documentos. En 1990 le condenaron a nueve años de prisión y a dicha sentencia le siguieron otras tres que supusieron penas de cárcel menores.

El ex miembro de Terra Lliure, no obstante, quedó en libertad en 1996, tras permanecer en prisión durante ocho años. Según explicó durante el juicio, desde entonces se ha dedicado a ofrecer apoyo político y militar al movimiento de liberación nacional vasco.

Godó reconoció que durante su pertenencia a Terra Lliure adquirió los conocimientos necesarios para fabricar artefactos caseros y admitió haber colocado las diferentes cargas explosivas.

QUIERE SER JUZGADO POR LA AUDIENCIA NACIONAL.

No obstante, antes de que la fiscal pudiese continuar con el interrogatorio, Godó dijo al Tribunal que quería ser representado por los abogados que se encargan de defender al movimiento de liberación nacional vasco, "que ya me están reclamando al Gobierno de la Generalitat", y pidió a la Sección Séptima que se inhibiera a la Audiencia Nacional para poder ser juzgado allí.

"Yo trabajo para el movimiento de liberación nacional vasco y, por tanto, los hechos por los que se me juzga son actos de terrorismo", se justificó. La presidenta de la Sala, Ana Ingelmo, respondió al procesado que la causa ya había sido remitida a la Audiencia Nacional y que ésta la devolvió por no ser competente.

Además, según la juez, si Godó hubiese querido cambiar de abogado podría haberlo hecho antes de la celebración de la vista oral, ya que tuvo tiempo suficiente para ello. "Esto no es un foro político, la Sala es competente para juzgarle", le avisó Ingelmo.

La defensa de Godó, no obstante, solicitó la suspensión del juicio, petición que fue denegada por la juez atendiendo a la doctrina del Tribunal Supremo. A su entender, "las alegaciones efectuadas por el acusado no son justificadas". Según Ingelmo, "las manifestaciones de tipo político no tienen cabida en este procedimiento y lo único que pretende el acusado es una dilación no justificada".

"ME HAN APLICADO EL PROTOCOLO DE LA MUERTE".

Ante la negativa de la juez, Godó optó por reconocer los hechos. "Asumo todas las acciones de la 'kale borroka', gora ETA", le espetó a la Sala antes de entonar el llamado himno del soldado vasco o 'Eusko Gudariak', seña de identidad entre la llamada izquierda abertzale.

La juez se vio obligada a llamar al orden al acusado, que se negaba a permanecer en la sala. "No voy a reconocer la autoridad de este Tribunal", advirtió el acusado, que aseguró haber sido sometido a torturas en la cárcel de Brians durante un año en aplicación de la Ley Antiterrorista.

"Me han aplicado el protocolo de la muerte, me han amenazado con inyectarme sustancias para que llegue en estado de enajenación mental y me han dicho que acabaría como Lasa y Zabala", aseguró.

LA JUEZ LE EXPULSA DE LA SALA.

"Sólo hay un imperio, el de la ley", apuntó Godó. "Ustedes están cometiendo prevaricación y encubrimiento, son la vergüenza de la carrera judicial", dijo a la Sala. "Si vendiera a mis compañeros a la Policía me llevarían a la Audiencia Nacional, ¿verdad?", añadió.

Según Godó, "un montón de políticos catalanes están implicados en esta organización" y ahora él supone "una molestia" para ellos. La intervención del acusado terminó cuando el primer agente del Cuerpo Nacional de Policía, miembro de la Brigada de Información, entró en la Sala para prestar declaración. "Qué valientes que sois", le espetó el procesado.

En ese momento, y tras llamarle al orden en varias ocasiones, la juez decidió expulsar a Godó y mandarle de vuelta al calabozo por no guardar la compostura e insultar "gravemente" a la Sala. "Podrá volver cuando muestre una actitud adecuada", le indicó. El acusado no volvió a hacer acto de presencia.

CARGABA LOS ARTEFACTOS CON METRALLA.

Hoy también declararon los agentes del CNP que han intervenido en la investigación del caso, algunos de los vecinos que sufrieron desperfectos en sus viviendas a consecuencia de las explosiones y el representante legal de 'La Caixa', entidad que fue objeto de la mayoría de los atentados. Todos los afectados ratificaron los daños sufridos y reclamaron ser indemnizados.

Los hechos se remontan a las 0.30 horas del 1 de octubre de 2000, cuando el procesado presuntamente se acercó a una sucursal de 'La Caixa' y colocó en una ventana de la misma un artefacto explosivo al que había adosado un petardo tipo 'trueno' como carga iniciadora. Godó supuestamente prendió fuego a la bomba, pero en este caso no llegó a causar daños personales y materiales de relevancia, ya que el artefacto principal no llegó a explosionar.

A partir de entonces y hasta agosto de 2003, el acusado hizo estallar otros siete artefactos caseros en cuatro oficinas de 'La Caixa' y en una de Barclays Bank que provocaron desperfectos en las entidades y en los edificios colindantes.

Además, cuatro peatones sufrieron lesiones leves por el efecto de la onda expansiva y un vecino resultó herido grave tras ser alcanzado por los cristales que salieron despedidos de las ventanas a raíz de la explosión. La víctima tuvo que ser hospitalizada y tardó un año y medio en curar de las lesiones.

Además de atentar contra sucursales bancarias, en mayo de 2002 Godó presuntamente explosionó un artefacto en un repetidor de televisión y comunicaciones situado en un terreno rural de Montcada i Reixac (Barcelona). En este caso, no se produjeron daños personales ni materiales.

La última acción por la que el procesado está siendo juzgado se produjo en una delegación de Hacienda del barrio barcelonés de Sants, donde Godó hizo estallar un artefacto que provocó desperfectos en la entidad y en los edificios contiguos. El acusado fue detenido el 22 de septiembre de 2003 y permanece en prisión provisional desde entonces.

En sus conclusiones provisionales, la fiscal solicita un total de 15 años de prisión y 44.000 euros de multa para Guillem Godó por un delito de tenencia y fabricación de artefactos explosivos e incendiarios, seis delitos de daños, cuatro delitos de daños en grado de tentativa, dos delitos de lesiones y cuatro faltas de lesiones.

También reclama que indemnice a las personas que sufrieron heridas o daños materiales en sus viviendas a consecuencia de las deflagraciones y que abone a 'La Caixa' la cantidad que se determine en ejecución de la sentencia. La defensa, por su parte, pide la absolución del procesado.

El juicio continuará mañana con la declaración de más afectados por las explosiones y con la práctica de las pruebas periciales.