MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Xabier Albistur, uno de los impulsores de Eusko Alkartasuna y que acabó su vida política como senador del PNV, ha avisado de que los líderes que representan a Sortu y sus "argucias" son "las mismas" que sostenían a la ilegalizada Batasuna, aquella que "jamás han condenado el uso de la violencia y el terrorismo y que con su actitud ha dado alas al pregonero". Por ello, duda de que esta formación, pese a que en sus estatutos rechazan a violencia de ETA, realmente suponga un "salto cualitativo" con respecto a la histórica izquierda abertzale.
En un artículo escrito para la Fundación Ciudadanía y Valores (FUNCIVA) y que recoge Europa Press, Albistur considera que los miembros de Sortu son "los mismos" que ahora adoptan en público posiciones "impensables" hasta ayer y "los mismos" que están aceptando "de hecho y de derecho" esa legalidad española que califican con "gruesos" calificativos peyorativos.
"¿Pasará el 7 de febrero de 2011 a la historia como la fecha en la que despareció el frente militar de ETA? ¿Volverá ETA a los atentados y la extorsión? ¿Conoceremos una nueva escisión de ETA? O, en caso contrario, ¿lograrán los representantes de la izquierda abertzale civil el mando orgánico de este complejo universo sociológico¿ ¿El frente civil doblegará al militar? ¿Las palomas se sobreprondrán a los halcones?", son algunas de las preguntas que se plantea el nacionalista vasco en un artículo titulado 'Euskal Herria: todos los frentes abiertos'.
CONCURRIRÁN EL PRÓXIMO 22 DE MAYO
Albistur, que fue alcalde de San Sebastián y vicepresidente de la Diputación de Guipúzcoa, cree que la nueva formación tiene "tan claro" que va a estar en las elecciones municipales y forales del próximo 22 de mayo que sus miembros no han dudado "ni un minuto" en "desestabilizar", "generar zozobras" y "disensiones estructurales" en las posiciones políticas de otros partidos, entre los que cita PSOE y PNV. Todo ello, en colaboración con EA, sostiene.
Y tampoco han dado especial relevancia, según subraya Albistur, a la decisión adoptada por el Ministerio del Interior de remitir los estatutos de Sortu al Tribunal Supremo para que dictamine sobre la adecuación de los mismos al vigente ordenamiento legal español. "Si no es por fas, estarán por nefas, cobijados al amparo de las listas de EA, Alternatiba... --señala--. Es el tan citado plan B para presentarse sí o sí a la próximas elecciones".
"La izquierda abertzale transmite que se ve en el podium, en el top 3 de la política vasca junto al PNV y al PSE", destaca el ex senador vasco, para quien este hecho está provocando que PNV y Aralar sientan en sus propias entrañas que el fondo de sus caladeros electorales está "en plena ebullición", mientras que EA corre "desbocadamente" hacia la radicalidad que conducirá a su militancia a confluir con la de Sortu.
LA DEMOCRACIA LES HA SITUADO EN POSICIÓN DE SALIDA
Albistur cuestiona en concreto que "el heredero de la antigua Herri Batasuna" diga en su actual propaganda electoral que pretenden solucionar el déficit democrático cuando, a su juicio, es la democracia precisamente "más que la ley, la justicia y la Policía, quien les ha colocado en posición de salida".
"Liberarse de esa doble moral, democracia útil o inútil, e introducirse en un modelo de convivencia, sin presiones y amenazas, va a suponer un esfuerzo que no está en los estatutos del nuevo partido --apunta--. Conseguir integrarse en una sociedad y en una actividad política ya preexistente y en marcha sí que hará visible el eslogan de 'entramos en una nueva era política'".
Así las cosas, Albistur cree que el frente electoral vasco se presenta "a cielo abierto", máxime cuando el actual Gobierno vasco se sostiene en un pacto PSE-PP basado en la política antiterrorista, un pacto que "hará aguas" a corto plazo si Patxi López sigue apoyando el trabajo del presidente del PSE, Jesús Egiguren, en pro de un tiempo nuevo en la política vasca, "con la izquierda abertzale representada de pleno derecho en las instituciones. "¿Cómo si aquí no hubiera pasado nada? ¿Borrón y cuenta nueva? ¿Es éste el precio político a pagar por la desaparición de hecho de ETA?", concluye.