ZARAGOZA 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las personas que visiten el Pabellón de Iniciativas Ciudadanas 'El Faro' durante la Exposición Internacional de Zaragoza 2008 podrán aproximarse a la situación de carencia de agua que viven muchos habitantes del planeta, que incluso "tienen que utilizar agua contaminada", con el objetivo de que "salgan del pabellón con ganas de cambiar el mundo".
Así lo explicaron en rueda de prensa el director de Ecología y Desarrollo, Víctor Viñuales, entidad que ostenta el Secretariado del Pabellón de las Iniciativas Ciudadanas; y la directora del Centro Amadou Hampate BA para el desarrollo de la humanidad y la calidad de vida, Aminata Traoré, que también es ex ministra de Cultura de Malí, e imagen que pondrá rostro al pabellón que reivindicará el derecho humano al agua.
Animata Traoré ha sido elegida como representante de este pabellón, explicó Viñuales, por ser "una mujer comprometida con los Derechos Humanos, especialmente con el agua". El director de Ecología y Desarrollo pidió a Traoré que les ayude "a que lo que contemos en el pabellón lo contemos bien, no dando una visión miserabilista de África", y explicando la situación de los diversos países del mundo "sin hipocresía".
Cerca de 160 organizaciones "de los cinco continentes" participaran en este pabellón que intentará dar buena cuenta de los "desastres" que los propios hombres han causado "por su mala relación con los recursos naturales. Millones de personas mueren" como consecuencia de esto, aseveró Viñuelas.
También se plantearán alternativas y soluciones para un cambio social respecto al "despilfarro" de recursos naturales y" a la falta de solidaridad". Asimismo, habrá alternativas y propuestas "porque la sociedad civil dice no a algunas cosas, pero dice sí a otras", aclaró.
La intención de los organizadores es que los visitantes "vivan experiencias y se aproximen a lo que es una situación de carencia, o de tener que utilizar agua contaminada. Queremos que los visitantes salgan del pabellón con ganas de cambiar el mundo", aseveró.
Para ello 'El Faro' tratará dos puntos esenciales, la relación de los hombres con la biosfera, "con la que aún estamos peleados y de la que no reconocemos nuestra dependencia" y el derecho humano al agua, "porque si envían medios para investigar si hay agua en Marte, no comprendo cómo no somos capaces de dar agua a un semejante de otro continente".
Así, hablar de agua en la actualidad, continuó "es hablar de economía, de desarrollo económico desleal, y de inmigración, porque todo está relacionado, y en el pabellón se verán esas relaciones sin hipocresía", apuntó.
'El Faro', partiendo del reconocimiento del agua como Derecho Humano, vertebrará sus contenidos en torno a dos ejes temáticos, el beber y el convivir, cuestionando las relaciones entre la gestión privada y el acceso, planteando los impactos de los modelos actuales de producción y el consumo depredador de los recursos naturales, y el impacto que el cambio climático tendrá sobre su disponibilidad. La creatividad y la dignidad serán las armas de trabajo para hacer saber al mundo que el agua es un derecho, no un negocio.
Los objetivos del pabellón son reflejar la capacidad de la sociedad civil para afrontar los desafíos del agua, con soluciones alternativas y promoviendo la reflexión crítica; otorgar la esperanza del cambio a los ciudadanos que visiten la Muestra; promover un espacio crítico y participativo de encuentro y diálogo, que deje un legado tangible al visitante; y presentar proyectos comunes fruto del trabajo de todos los movimientos sociales.
"GLOBALIZACIÓN EN REBAJAS"
Aminata Traoré, escritora, activista, consultora de la ONU, y mujer comprometida con la defensa de los Derechos Humanos explicó su "lectura del mundo" sobre los temas que se abordarán en El Faro. "Seré franca: esta exposición se organiza en España y yo vengo de África, y en estos últimos meses mi lectura del mundo es que España ocupa un mejor lugar mientras que cada día hay más rechazo hacia África y los africanos. ¿Qué es lo que primero ven al mirarme? --preguntó a los presentes--. Ven a una mujer negra que viene de un país pobre cuyos jóvenes nos invaden", sentenció.
Pero, "¿cuál es el sentido del pabellón de iniciativas ciudadanas si no somos capaces de ver que una parte de la humanidad necesita ayuda?. No han contado con nosotros para organizar el mundo globalizado sino que nos han dicho que nos integremos" al mismo. Así las cosas, Traoré planteó "si no me dan un visado, ¿voy a tener derecho al agua o no?; ¿todos los niños tienen derecho al agua?", se cuestionó.
Por su clara convicción de que no se puede negociar con el agua, la ex ministra de Cultura de Malí denegó la opción de fotografiarse con la mascota de la Muestra Internacional, Fluvi.
"No quiero hacerme una foto con una mascota porque primero tengo que hablar de algunos puntos, como que en Ceuta y Melilla están matando a personas, también de Malí. Cerca de 4.000 africanos mueren al intentar cruzar la distancia entre los continentes, y nadie se plantea que ellos no vendrían aquí si no hubiera problemas de recursos en África, porque ellos están bien en su casa", indicó.
Traoré criticó también el hecho de que las "multinacionales siguen robando en África, quieren vendernos agua y no tenemos dinero para pagarla. Además, la mujer rural no sabe lo que es el mercado mundial, y solo quiere vivir dignamente, no acceder al agua en un contexto económico desleal", aseguró.
"Hay mucha hipocresía, muchas cosas no dichas en todo esto porque allí hay recursos y los podríamos explotar", sin embargo se usa el agua como una mercancía. "¿El agua es una mercancía o no; es un derecho o no?", preguntó. "Pensamos que hay que tener medios de compra para tener derechos" y acceso al agua "y no es así".
Por ello, en el pabellón "quiero que se enseñen los mecanismos que hacen que la gente tenga agua", porque este recurso "está mal repartido. Si el agua es un recurso escaso, no son los pobres los que la malgastan porque una persona del medio rural africano que va con su cubo a buscar agua sabe bien cómo repartirla entre su gente".
Ante el despilfarro de agua, Traoré explicó que para los africanos "hay algo de sagrado en nuestra mirada hacia el agua, algo que no te lo enseña nadie, sino que sabes que es sagrado". De hecho, "el despilfarro es un modelo mercantil y elitista y no podemos pensar que por poner un precio ya no se despilfarrará".
"Nos han dicho --a África-- que hemos despilfarrado los recursos, y que por eso tenemos que dejar nuestras empresas en manos de las internacionales. Así, a los africanos se les pide que paguen en un contexto que ha puesto a la mitad de las familias en el paro", indicó.
No obstante, a la inmigración y a la falta de recursos en los países que más riqueza natural albergan, "podemos encontrar las soluciones si reconocemos la soberanía de estos países", algo para lo que Europa, según la ex ministra, debería "salir de su arrogancia". "No se puede dar agua", ni hacer un mejor reparto de los recursos, "si no hay respeto, y para que haya respeto tiene que haber comprensión y ahí el pabellón puede tener un papel" importante.
Traoré explicó como hace 30 años se disponía de más recursos que ahora en Malí. "Soñaba que mi hija y mi nieta tendrían más de lo que yo tuve, y en 30 años en nombre de la economía de mercado nos han quitado todo".
Sin embargo, "aquí hay algo que no funciona, piensas, si mi hija y mi nieta no tienen ni lo que yo tuve mientras se multiplican los productos venidos del Norte, porque lo que ustedes rechazan se recicla en África", produciéndose lo que denominó "la mundialización en rebajas". Así, "cuando accedes a la información" sobre el resto del mundo, "hay una ira que te embarga y luchas e intentas que te entiendan, y por eso hemos llegado hasta aquí", concluyó.