FAES apuesta por centrar el debate de la secesión en su "coste elevado" y por "calmar la ansiedad identitaria"

El Primer Ministro De Quebec, Jean Charest.
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 22 mayo 2014 13:30

"La perseverancia acaba por triunfar frente al apasionamiento efímero de los agravios agitados por los que buscan la discordia", dice

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

El profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid Ángel Rivero apuesta en un estudio publicado por la fundación FAES, vinculada al PP, por "focalizar" el debate secesionista en el coste de la independencia y en buscar mecanismos para "calmar la ansiedad identitaria", dos resortes que, según explica, se han dado en el proceso seguido en la provincia canadiense de Quebec.

El estudio analiza las elecciones celebradas en este territorio el pasado mes de abril y las consecuencias políticas que pueden aplicarse a otros procesos soberanistas. Las elecciones se saldaron con la mayor derrota del independentista Parti Québécois (PQ) en más de cuarenta años y la victoria por mayoría del Parti Liberal, explica Rivero.

El profesor cree que ha de tenerse en cuenta que "la mayoría de los quebequeses no quiere la independencia" y se siente igualmente quebequés y canadiense, "sin que tales identidades entren en conflicto". Añade que la mayoría, además, no quiere un tercer referéndum independentista.

Entre las conclusiones del experto universitario destaca que en el debate político en Quebec se sacó a la luz el "elevado coste" de la independencia y no sólo en términos económicos, sino también "de identidad colectiva". A su juicio, la "política de la claridad" ha sido "eficaz".

UNA PROVINCIA MÁS POBRE

Con respecto al coste económico, Miguel Ángel Rivero señala que el independentismo define la secesión como un proceso en el que sólo se producen "ganancias", cuando precisan "de una cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos inmensos que aquellos involucrados deben conocer previamente para poder decidir en libertad".

El texto de FAES se recuerda que en los años transcurridos desde la celebración del primer referéndum en Quebec, en 1980, la provincia "es más pobre y tiene menos peso en el conjunto de Canadá". "El independentismo ha tenido como resultado más palpable hacer a Quebec más débil", dice el profesor universitario.

Rivero también subraya que del proceso canadiense se concluye que la movilización sentimental requiere una respuesta "racional". "En la cuestión quebequesa es tan importante asegurar el disfrute y protección de su cultura como explicar una y otra vez las ventajas que reporta la unión para todos los canadienses", dice.

"Este proceso de ilustración pública necesita de tiempo y de serenidad, pero la perseverancia acaba por triunfar frente al apasionamiento efímero de los agravios agitados por los que buscan la discordia", subraya.